Lic. José Martín Treviño Sosa, Subprocurador Jurídico

Lic. Félix Garza, Lic. en Ciencias Políticas y Administración Pública. Director de Orientación social.

Maestro Ismael Aguilar Benítez, Maestro en Desarrollo Regional. Coordinador de Planeación del Programa Integral para la Prevención del delito de la PGJ.

Título: "Prevención del delito mediante la atención social de la juventud urbana marginal: el caso de Nuevo León, México"

Una percepción social generalizada en el área metropolitana de Monterrey es concebir a los jóvenes que se agrupan en las autodenominadas "bandas" de las zonas urbanas marginales como un problema para su seguridad. Según los resultados de un estudio realizado por la Procuraduría General de Justicia, denominado "Diagnóstico de la delincuencia", el 60% de la población consideraba que uno de los principales problemas de seguridad en su colonia era la presencia de bandas o Pandillas. Inevitablemente se identifica a los jóvenes que se organizan en estas peculiares agrupaciones como delincuentes o potenciales infractores de la ley. En muchos de los casos esta percepción se fortalece por las constantes riñas o conductas antisociales de los jóvenes. A la percepción negativa de estos grupos le sigue un rechazo social que se refleja en conductas antisociales formándose así un circulo vicioso difícil de romper. Mediante el subprograma "Pandillas con un gran futuro" iniciado en enero de 2000 se propone la reintegración social de los jóvenes que participan en pandillas, como un medio para reducir gradualmente las adicciones y la violencia como causa de delitos en los jóvenes. Para esto se ha diseñado un proceso de trabajo con los jóvenes pandilleros en el que se reconoce la presencia de elementos propios a sus necesidades, manifestaciones culturales e intereses. Así, se trata de involucrar a estos jóvenes en el mejoramiento de su entorno urbano, en el desarrollo de actividades artísticas, deportivas o culturales de acuerdo a sus propias iniciativas, y se trata de incluirlo en procesos de revaloración de su autoestima para posteriormente brindarle apoyo para su capacitación e inserción laboral o canalizarlos a las instituciones del ámbito educativo, cultural o deportivo correspondiente. En todo este proceso se reconoce y se trata de aprovechar las formas de organización propias de los jóvenes así como sus formas de expresión cultural y social. Actualmente se trabaja en 51 colonias de las áreas más conflictivas de la ciudad, en las que participan mas de 3,000 jóvenes.