DONATE

You are here:Special Collections»HIDVL Artist Profiles»El Hábito»El Hábito: Works»La mano que mece el pesebre (1996)
  • Title: La mano que mece el pesebre
  • Alternate Title: Pastorela navideña de diciembre de 1996
  • Holdings: script
  • Language: Spanish
  • Date: 1996
  • Location: Published in Debate Feminista #15, 1997.
  • Type-Format: play
  • Cast: By Jesusa Rodríguez and Luis Usabiaga

La mano que mece el pesebre (1996)

icon La mano que mece el pesebre (esp) (122.62 kB)


Escena I

(Un pesebre tradicional con la Virgen y el Niño Dios. Entran las pastoras a adorar al niño y cantan un villancico: "Naranjas y limas...").

Virgen: Acercados pastorcillas al más humilde portal, venid, adorad al niño mientras le cambio el pañal.

Celfa: Puta madre: ¡Pero qué espantoso niño!

Menga: ¡Qué feo le salió el escuincle!

Celfa: Yo no lo voy a adorar.

Menga: Yo tampoco; está repinche.

Virgen: Oiganme jijas del máiz: Este es un niño sagrado.

Menga: Usté porque es su mamá, pero está todo cagado.

Celfa: Y no vaya a repelar que nos manda el delegado. Esta es zona peatonal y usted no tiene licencia.

Menga: ¿Por qué puso este portal? ¿quién le autorizó este toldo?

Virgen: ¡Clemencia! ¡Piedad! ¡Clemencia!

Menga: Quítese que no respondo. Ya me agotó la paciencia.

Virgen: Se los pido, por su madre...

Celfa: ¡Insulto a la autoridad! ¡Palabras altisonantes! Desmantélale el pesebre.

Virgen: ¡Por piedad! ¡Por compasión!

Menga: ¡Que mueran los ambulantes!

Celfa: ¡Viva la Delegación!

(Quedan en la calle la Virgen y el Nulo que llora (desconsoladamente).

Virgen: Ya chiquito, ya. Se llevaron todo, pero ya no van a cantar. Tranquilízate, mira: todavía tenemos dos opciones. Podemos tirarte en un basurero, como hizo Ninón Sevilla; o la otra que es peor: podemos irnos a vivir al departamento de interés social que compró tu padre. (Al público) ¿No me da una moneda por favor? No es limosna, es que necesito echar un volado...

(Oscuro. Aparece en la pantalla un vídeo doblaje de Ernesto Zedillo).

Zedillo: Brandy Presidente y el Club Alcohólicos Anónimos 24 Horas con Jacobo Zabludovsky tienen el agrado de presentar su tradicional pastorela navideña "La mano que mece el pesebre", 3a parte, en Tercera Dimensión. Esperamos que sea de su agrado. Y recuerde: Esta navidad su Presidente se refrescó la cola con hielo... Perdón: Esta navidad su Presidente con hielo y refresco de cola... es la mejor combinación. Coma frutas y verduras. Aliméntate si puedes.

(Sigue un comercial donde la Sagrada Familia anuncia lentes 3-D).

Locutor: "La mano que mece el pesebre", 3a parte, cuenta con el novedoso sistema óptico 3-D, marca registrada. Con estos lentes especiales usted podrá vivir la asombrosa experiencia de la Tercera Dimensión. Aunque pruebas de laboratorio han demostrado que los lentes 3-D pueden provocar ligera irritación de los ojos, comezón en los párpados, hinchazón del nervio óptico, desprendimiento de la retina, cáncer de córneas, cataratas, mareos, vómito y diarrea. Si usted decide utilizarlos durante la función, lo más probable es que no vea nada, por eso la empresa no se los proporcionó al ingresar al teatro. Haga sus pedidos por Interwood y done sus córneas al 1-800-2765. Llame ahora.

(Entran la Virgen y el bebé al departamento de interés social).

Virgen: (Al bebé, que llora inconsolable) ¡Qué mancha tan negra es la pobreza! No llores, mijito. Sé que esto es horrible, pero aquí nos toco vivir. Te prometo que nunca le daremos una entrevista a Cristina Pacheco. Yo te voy a sacar de aquí, te lo juro. No me importa trabajar 18 horas inmóvil en una vitrina. Conseguiré un nicho en la Villa; lo que sea... Y pensar que a José le llevó 2000 años pagar este departamento... Ya chiquito, ya... Duérmete, carajo... Que te calles o te pongo el caset de Taurus do Brasil... Vas a tener pesadillas niño... Está bien, tú lo pediste.

(Entra el vídeo hipnótico de Taurus do Brasil).

Taurus: Usted va a doimir un suenio hipnóchico para penetrar en la pesadilla de la mano que mece eu pesebriño. Reláijese comadaumente, cerre seus ojiños y respire profundaumenchi. Ahora imagine que está viendo por telesecundaria eun especial de RTC sobre la tabla periódica deus elementos. Usted siente muito suenio. Cuando yo termine de contar hasta cinco, usted dormirá. Un, dois, treis, cuatro...

(Entra Mary Popins volando).

Mary: (Canta) "Supercalifragilisticoespialidoso, aunque al oír decirlo suene enredoso..." Y ustedes qué dijeron: Julie Andrews por cien pesos en El Hábito. Pues no. Esta es una pesadilla. Yo soy Susana Alexander. Y aprovecho para avisarles que ya nos cambiamos de teatro.

Virgen: No, por favor, otra anunciación ya no. No quiero quedar embarazada otra vez, y mucho menos del travestí de San Gabriel Arcángel.

Mary: Soy la Baby Seater que la administración de este conjunto habitacional pone a su servicio. ¿Edificio III, departamento 3-D, co-lonia Un hogar para nosotros, entre Maestro rural y Adormidera? ¿Es usted María Purísima Inmaculada Concepción del Sagrado Corazón llena eres de Gracia y Santo es el fruto de tu vientre Jesús? Virgen: El único fruto que traigo en el vientre es un tejocote que me alcancé a comer. Pero sí, soy yo.

Mary: Bueno, pues aquí estoy. Usted está obligada a tener alguien que cuide al niño o de lo contrario tendrá que canjear al bebé por dos pases para ver El beso de la mujer araña con Cristian Bach.

Virgen: ¡No! ¡Piedad! No me haga eso, si quiere llévese al niño, pero no me dejes los boletos. Hace mucho que no venía al departamento y no me sé el reglamento.

Mary: Desconocer las leyes no le permite violarlas, a menos de que sea usted Paulina Castañón.

Virgen: Supongo que al menos tengo derecho de escoger a la nana. ¿Tiene usted referencias?

Mary: Mis películas son mis referencias. Todo el mundo sabe que soy la mejor niñera del mundo. Todos me han amado y admirado. Todos han querido a Julie Andrews. Vamos niños, todos conmigo: (Canta) "Supercalifragilisticoespialidoso, aunque al oír decirlo suene enredoso..." Dame una S, dame una U, dame una P, dame una E, ¿Qué dice? "Supercalifragilisticoespialidoso...

Virgen: Basta ya. Fuera de mi casa, malvada. Este es un hogar católico y no aceptamos propaganda judía.

(Tocan a la puerta. Es otra niñera, un reptil siniestro).

Mary: ¡Ahhh! Ya veo: prefieres a Margarita Saenz. (Sale despavorida).

Margarita: ¿Es aquí donde necesitan una niñera?

Virgen: Efectivamente, la estábamos esperando. Dígame, ¿cuál es su nombre?

(Muerde a la niñera en el cuello y esta se transforma en Rehueca de Alba).

Rehueca: Gracias, muchas gracias.

Bebé Emilio: Señoras y señores, con ustedes: Rehueca de Alba. Rehueca: Ante todo quiero agradecerle al Señor Azcárraga el haberme permitido participar en esta bella familia que es Televisa...

Bebé Emilio: Cállate pendeja. He venido a anunciarles el nuevo milenio. De alguna manera todos, rebaño querido, han seguido mi señal. ¿O no es así? Si no, aquel que no haya visto un programa de Televisa que arroje la primera cuba. Todos han visto mi señal, pero no la han entendido. El mensaje es muy claro. ¡El mensaje está en los mensajes!

Rehueca: Ay, qué profundo, Señor Azcárraga...

Bebé Emilio: Cállate pendeja. ¡Esta es la señal! ¡Esta es mi señal! (Aparece en la pantalla el logotipo de Televisa.) Esta es la señal que los alumbrará, querido rebaño, y los llevará por el camino de un nuevo amanecer, por el camino de ¡Un nuevo día!

(En pantalla: vídeo doblaje de César Costa y Rebeca de Alba en "Un nuevo día", mezclado con comercial de jabón detergente).

Locutor: Este es un átomo. El alma humana está formada por gran cantidad de ellos. Expertos de laboratorio han demostrado que el pecado deja manchas en el alma difíciles de quitar, como las manchas de coito, envidia, masturbación, blasfemia y pobreza. Ahora se pueden borrar, pero como dijo Jack el Destripador: vamos por par-tes.

Rehueca: Qué lindo, Señor Azcárraga, pero la verdad no entiendo nada.

Bebé Emilio: No, porque eres una pendeja. Y a ti ya te llegó el Apocalipsis.

Rehueca: No, Señor Azcárraga, por favor no...

(El bebé se lanza sobre Rehueca. Oscuro. En la pantalla aparece un video con la dramatización del asesinato, simulando una misa negra en el tradicional estilo amarillista de "Ocurrió Así").

Escena II

(El departamento de interés social. Sobre el trinchador del comedor: una reproducción de La Piedad de Miguel Ángel, la figura de una campesina en imitación de yadró envuelta para regalo y una copa vacía. En el sofá-cama duermen el Papa, con su Biblia en el regazo, y Tito Vasconcelos, en el papel de Tito Vasconcelos. Música de fondo: Roberto Carlos y "Tú eres mi amigo del alma... " El Papa se agita y finalmente despierta gritando de una pesadilla).

Papa: ¡Jesu Christe, Rex gloriae, Rex salvatore, libera peccata mundi de profundo inferni!

Tito: ¿Eh?... ¿Qué pasa?

Papa: Aqua pasa por mi casa, cate de mi corazón.

Tito: Tranquilízate, seguramente te cayeron mal los aguacates rellenos.

Papa: ¿Pues de qué estaban rellenos?

Tito: De más aguacate. Te los volviste a comer sin pelar. ¿Cuándo vas a entender que no es pecado comerse la fruta pelada? La fruta pelada no anda diciendo groserías. Así se dice. ¿Qué soñaste, cariño?

Papa: Unas pesadillas horribles. Soñé que el niñito Dios tenía cara de Emilio Azcárraga... ¡Quantus tremor! ¡Quantus tenebres confutatis maledictis!

Tito: Ay Santísimo Padre, a mí háblame en cristiano. Y de ladito, por el amor de Dios, que te huele la boca a taparrabos de conchero del Zócalo.

Papa: ¿No será el latín? Como es una lengua muerta. Voy a aprovecharla para dar una misa de difuntos.

Tito: ¿Quién se murió?

Papa: Todavía nadie, pero en breve va a haber aquí dos electro-cutados.

Tito: No me digas que te volviste a orinar en la cobija eléctrica. Seguro por eso yo también tuve pesadillas. Soñé que me encueraban y me sentaban en una pila.

Papa: ¿En una pila de agua bendita?

Tito: No, en una Rayovac de esas anchotas tuve descargas toda la noche.

Papa: Yo también pero involuntarias de la vejiga.

Tito: Con razón te dicen la Emanación Palpable de la Divinidad.

Papa: Yo era el ejido del Espíritu Santo, pero ahora el ejido es un campo de golf donde tienen pastando al cordero de Dios que quita el pescado del mundo. Por eso en cuaresma hay desabasto, porque ese chivo se lo traga todo.

Tito: Por favor, ya no digas pendejadas.

Papa: ¿A poco dije que sólo hay un Dios verdadero? Además, tú me las debiste de haber pegado.

Tito: ¿Qué cosa?

Papa: Las ladillas.

Tito: Pesadillas, sordo, pesadillas.

Papa: Bueno, que sean dos: una de flor de calabaza y otra de elote con rajas.

Tito: Estás sordo. A ti ya no te irriga la sangre al cerebro.

Papa: El que esté libre de culpa que arroje la primera flema. Ahí va la mía.

Tito: No te atrevas. Ahí tienes los cleenex a un lado.

Papa: Esos no me gustan. Yo quiero los de la Sirenita.

Tito: Los de la Sirenita no estaban de oferta en el Aurrerá.

Papa: Antes me rozaba con la más alta jerarquía eclesiástica. Ahora nada más me rozo mi naricita con tus cleenex marca libre. Ah, también me rozo la colita con el pañal geriátrico. ¿Me lo cambias?

Tito: Si sigues dando lata te lo voy a cambiar, pero por el que traías ayer.

Papa: Pero me guardas el de hoy, porque estoy abonando unos aguacates.

Tito: Primero te voy a dar tu baño de asiento. Y cuidadito con hacer burbujas, viejo cochino. (Sienta al Papa en una bañera para bebés.) ¿Vas a leer tu biblia o quieres que te ponga un video romance?

Papa: Quiero a Thalía. Tú no sabes lo que es leer la biblia todo el día.

Tito: ¿Otra vez Thalía? Pero si has visto Marimar once veces.

Papa: Es una mujer culta. Yo la vi con Ricardo Rocha.

Tito: ¿Tienes hambre? Te voy a dar un poquito de tu caldo.

Papa: No, mi caldo no. (Tito alimenta al Papa a cucharadas con el mismo caldo del baño de asiento). Sabe raro.

Tito: Es el formol. Es lo que te ha mantenido este cutis tan terso, cariño. Después de tu caldo te me vas a poner a escribir versículos del Apocalipsis en granitos de arroz. Los vamos a ir a vender a la central camionera a ver si así sacamos dinero para comprar aunque sea un pollito Río para la cena de Noche Buena.

Papa: ¿Otra vez pollo? El año pasado trajiste pollo y lo inflaste en la vulcanizadora para que pareciera guajolote. Cuado le jinqué el diente salió chicoteando por todo el cuarto. (Se encuentra un condón) Mira lo que me encontré: un bubli-bubli. ¡Es un bombazo de sabor! Lo pido. (Saca el condón de su envoltura) Pero esto más bien parece el moco de King Kong.

Tito: (Evasivo) Debe de ser un traje de buzo para perro salchicha. Ya ves las pendejadas que se les ocurren a los gringos. Papa: (Agitando el condón) A mí se me hace que es un caza-mariposas para que no anden copulando las Monarcas.

Tito: En realidad, es un disfraz de oruga para mi Barbie.

Papa: Pero ¿dónde le metes los bracitos?

Tito: Está bien, te voy a decir lo que és, pero prométeme que no te vas a atacar... Es un condón.

Papa: (Histérico) ¡Un condón! El condón es satánico, es diabólico, es un arma bactereológica secreta de Satán. Es un caballo de Trojan con Nonoxynol 9 puesto en la puerta del reino del Señor para boicotear su plan divino. Tito: (Infla el condón y lo pone sobre el regazo del Papa) Bájale, bájale.

Papa: Quítamelo, quítamelo. ¡Me va a estallar el pecado en la cara!

Tito: ¿Tienes idea de cuántas personas han muerto y cuántas más van a morir por las pendejadas que dices sobre el condón? En lugar del Papa pareces cura de Pénjamo.

Papa: Además, aquí había tres condondes. ¿Dónde están los otros dos?

Tito: Los tiré. Se vencieron esperando que me cumplieras. Y te advierto que me voy a buscar alguien que me trate como Dios manda.

Papa: No te creo que los tiraste, no te creo.

Tito: Ya salió el peine. Estás celoso.

Papa: ¿Celoso yo? No he estado celoso ni de la Santísima Trinidad y mira que es un triángulo apasionado.

Tito: Sí estás celoso. Admítelo. Y el que debería estarlo soy yo. ¿Dónde estuviste la noche del martes?

Papa: Dando misa.

Tito: ¿Toda la noche?

Papa: Es que fue misa de gallo.

Tito: Sería de gallo ponedor. ¿Y cómo se llama la gallinita? (Tito se va quitando la ropa hasta quedar en tanga plateada con lentejuelas.).

Papa: Ya no te enojes... Aunque te ves muy sexy cuando te enojas.

Tito: Y tú te ves muy asmático cuando te excitas.

Papa: (Viendo la tanga) Te la robaste de los tesoros del Vaticano.

Tito: La tomé prestada. Decía "Baberito de Lucrecia Borgia".

Papa: (Ahogándose) ¿Dónde dejaste mi Ventolín?

Tito: Arriba de la cómoda.

Papa: Está muy alto. Pásamelo.

Tito: Súbete. Haz ejercicio. Ándale, muévete.

Papa: (Intenta subirse a la cómoda) No alcanzo; ayúdame, no seas malito.

Tito: Dile a Dios que te lo baje, no que son íntimos. (El Papa trepa a la cómoda y se sujeta de un crucifijo) Y no te cuelgues de la cruz porque el clavo está flojo y te puedes caer... (El Papa cae estrepitosamente y queda inerte sobre el piso)... Te lo dije.

(Tito canta: "Cuando cumplas los ochenta", de Liliana Felipe. El reflector se cierra sobre los adornos del trinchador. Oscuro).

Escena III

(Close up de los adornos del trinchador: La reproducción de La Piedad de Miguel Ángel, la campesina imitación de yadró envuelta para regalo y la copa de vino aparecen magnificadas hasta las proporciones reales de los actores. Música Sacra: El Ave María, con los Niños Cantores de Chalco. El Cristo de la Piedad despierta de una pesadilla).

Cristo: ¡Qué pesadilla! Tito y Karol Woytila... ¡¿Amantes?!

Virgen: Pobre Tito... Aguas, aguas: se acerca un grupo de japoneses.

(Regresan a la postura original y permanecen inmóviles frente a los flashazos de las cámaras fotográficas. Los turistas se marchan.)

Cristo: (Se incorpora y descubre a la campesina). ¡Alabado sea Santa Claus! Me trajiste un regalo, mamita.

Virgen: Feliz cumpleaños.

Cristo: Gracias, mami.

(Vuelven a la posición original, se abrazan y retoman la posición una vez más. Cristo se incorpora nuevamente, abre la envoltura del yadró y con un toque de su dedo índice da vida a la campesina).

Campesina: (Admirando la carpetita bajo La Piedad) ¡Guau! Esta carpetita será mía o dejo de ser yo una auténtica imitación de yadró.

Cristo: (A la campesina) ¡Mamacita!

Virgen: Dime, hijito.

Cristo: Y tú ¿de dónde vienes?

Campesina: Del mercado Sonora.

Cristo: Ah, norteña.

Virgen: No, naquita. Nosotros venimos de Liverpool Santa Fe. No somos una Piedad cualquiera.

Campesina: Conque vives todavía con tu familia ¿eh?

Cristo: Sí, con mi mamá... Pero puedo convertir el agua en vino.

Campesina: (Acerca la copa gigante y una tinaja de agua. Al público.) Él sabe como hacerlo.

Cristo: Nada con medida, todo con exceso. (Convierte el agua en vino y toma un gran trago). ¡Salud! (Borracho, la abraza por detrás.) Entonces qué: ¿nos aventamos un rapidín?

Campesina: Te doy quince minutos para sacar tus genitales de ahí. Es lo mismo con todos: sólo quieren usarme para luego tirarme en cualquier esquina del trinchador.

Virgen: Cuidado. Alguien se acerca. (Todos reasumen sus posturas).

(En la pantalla, que simula un espejo sobre el trinchador, aparece un vídeo con la cara de Brunilda pintándose los labios).

Nilda: Mmmm... Todas las empleadas domésticas son iguales; siempre lo he pensado. (Mirando hacía abajo) Ashhh, cómo pueden tener una Piedad de pasta, habiendo esculturas de Sebastián chiqui-tas. Por eso son pobres los pobres, por nacos. (Desaparece).

Campesina: ¿Ya se ha largado?

Virgen: Si se nota que eres del yeso del bueno. Del Tigre, digo. Si hasta pareces nalguita de Televisa.

Campesina: Ay, qué linda tu mami. Seguro nos vamos a llevar muy bien cuando vivamos todos en la carpetita. Porque yo, señora, tengo mis aspiraciones. Yo quiero casarme y vivir como gente decen-te... en la carpetita.

Virgen: Um mm. Ya salió el peine.

Cristo: (Muy borracho) ¿Te gustan las rancheras?

Campesina: Me encantan las rancheras, cariño.

Virgen: Además de naca, lesbiana de palenque.

Cristo: (A los músicos) Arránquense maestros. (Canción ranchera) Por sacrílego y blasfemo subversivo y sedicioso, me clavaron en la cruz. Y ahí me tienen, desde entonces, perdonando los pecados y mostrándoles la luz. Y hoy estoy tan deprimido pues no se han arrepentido, ya no quiero ser Jesús. No quiero más estampitas ni curas ni agua bendita, ya no me den más bebida yo no soy ningún suicida, no me echen ungüento que voy de salida. Me quedé clavado, mirando p'arriba lancé una pregunta interrogativa. Pero no contestas, estás ocupado, ¿Por qué Padre mío me has abandonado? Ya no quiero ser Jesús...

Campesina: (Cristo intenta besarla) Nada de besitos. Soy un objeto de ornato, no un objeto sexual.

Cristo: Ándale, nomás un paleacatito. Total, a la suegra la desafanamos.

Campesina: Pues no veo que tu mami tenga ninguna intención de moverse de la carpetita.

Cristo: Jefa, aquí le traigo a la nuera. Nos vamos a casar, aunque usted no quiera.

Virgen: Ay, mijito. Yo hubiera querido algo mejor para ti. Pero si el pedo es la carpetita, por mí quédense con todo el trinchador.

(Se levanta y cede su lugar en La Piedad a la campesina. Cristo se recuesta sobre la campesina y ambos asumen la posición original de la escultura).

Cristo: Ya se le hizo, mi reinita.

Virgen: Nada más no me deshagan la Piedad, ¿eh? Porque este país necesita mucha piedad... (Cristo y la campesina se besan)... y compasión. (Toma vino de la copa.) Y por mí... ¡Vayan y chinguen a su padre!

(Oscuro. Reflector sobre la Virgen que comienza a girar y a desnudarse a ritmo de tambores hasta quedar convertida en una Venus de Botticelli).

Escena de transición

(Aparece un clavadista en traje de baño, con gorrita de natación. Camina entre el público escurriendo agua. Sube a una tarima de premiación).

Clavadista: (Tararea el Himno Nacional y termina rompiendo en llanto.) Yo que culpa tengo de que me haya tocado un triple mortal con vuelta de malacachombe y capirucho invertido.

Muy difícil evitar el panzazo. Y pensar que yo era la esperanza del equipo olímpico mexicano. Qué vergüenza. ¡Pinches chinos! Aunque fuera un tercer lugar ¿no? Chale, si no descalifican a dos salvadoreños quedo en último lugar. Y me tienen preparada una recepción en el aeropuerto. ¡Esta sí es una pesadilla! Me van a linchar. Pero ¿por qué? Si yo di lo mejor de mí. Yo di todo por México. México México ra ra ra. México México ra ra ra

(Sale caminando entre el público.).

Escena IV

(El departamento de interés social. Entran Brunilda y Priístina Ministra en ropa interior).

Priístina: Señora Brunilda, está usted divina. Jacky Onasis, a su lado, parecería cajera de Aurrerá. Ese modelito Lagerfield le va maravilloso.

Brunilda: Te lo regalaría ahora mismo, mi querida Priístina Ministra, pero ya ves que tú con vestidos cortos y entallados pareces cebollita de cambray. Veo que has estado haciendo la dieta del chico zapote.

Priístina: ¿Me veo más delgada?

Brunilda: No querida, te ves más prieta. Me imagino que ahora viene mucho el look zapoteca.

Priístina: Es totalmente Palacio.

Brunilda: Pa'lacio... tu pelo. ¿Con qué te lo lavas? ¿con shampoo para perros xoloitzcuintles? Te voy a recomendar un adminículo maravilloso para el cuidado capilar. Se llama cepillo, reina, y hace maravillas con el pelo. (Se acerca al espejo del trinchador a pintarse los labios.) Mmmm... Todas las empleadas domésticas son iguales; siempre lo he pensado. Ashhh, cómo pueden tener una Piedad de pasta, habiendo esculturas de Sebastián chiquitas. Por eso son pobres los pobres, por nacos. (Bosteza).

Priístina: ¿Está acaso aburrida, harta, la Primera Dama?

Brunilda: Acaso me has visto alguna vez de otra manera. ¿Nunca se te ha ocurrido patentar tu conversación en la industria farmacológica? Harías una fortuna en el mercado de somníferos... Lo que pasa es que sufrí una pérdida y no me he sentido nada bien.

Priístina: Sí, me imagino. En el gabinete no se habla de otra cosa.

Brunilda: Veo que estás muy bien informada, chula. Le voy a decir a Ernesto que te dé un puesto en el 04. Sí, en efecto, he tenido malos sueños. Seguro se me cruzó el prozac con el gusano de maguey.

Priístina: Debió haber sido terrible, señora. Cuénteme.

Brunilda: Fue espantoso. Soñé que la Virgen era un trompo chillador que se encueraba. Y que Cristo era un clavadista fracasado que se casaba con Lupita Loaeza, o algo así.

Priístina: Señora Bru, qué pesadilla tan horrible.

Brunilda: Bueno, no peor que las declaraciones de mi marido. O que vivir en este departamento, qué barbaridad. No sabía que Jorge Ortiz de Pinedo había sacado un libro de decoración.

Priístina: Yo no sé por qué los pobres insisten en vivir en estos lugares. Esta pintura amarilla, por ejemplo, contiene plomo. Un niño la aguanta tres meses y son los que más aguantan. No entiendo el mal gusto que tienen los pobres, en lugar de irse a vivir a una bonita casa biodesagradable en Bosques de las Lomas.

Brunilda: Manías del pueblo. Lo hacen para desprestigiar a México. Eso sí te digo, en cuanto entreguemos el departamento nos regresamos a la civilización. Esto me deprime.

Priístina: Yo conozco unos muy buenos ejercicios para sacar la tensión. Si me lo permite le doy un masaje.

Brunilda: No me toques. Ni a Ernesto lo dejo.

Priístina: Entonces permítame darle un consejo. Yo encontré consuelo en Velázquez.

Brunilda: ¿Hallaste serenidad en Las Meninas?

Priístina: No, en Consuelito Velázquez. Nada como una Buena canción para que afloren los sentimientos. Hágame caso. O por qué cree que Lupita D'Alessio se conserva tan...

Brunilda:...tan D'Alessio.

Priístina: Quién quita, señora Bru. Desahóguese, ande, deshóguese.

(Brunilda canta, al estilo de la D'Alessio, una canción de despecho por la sirvienta que se le fue. Mientras lo hace van llegando las otras damas voluntarias: Silvana, Bertha y Marinela).

Priístina: Cuente conmigo señora Bru, para lo que sea. Nomás recuerde que yo no plancho.

Silvana: (Ofrece sus condolencias por la pérdida de la criada, en italiano.) Il mio cuore...

Brunilda: (A las otras.) ¿Nadie le dijo a esta que no hablo tojolabal? (A Silvana). ¡Silvana Periluscori! Gracias por acompañarme en este momento de dolor. Por cierto, supe que inauguraste el drenaje profundo. No podían haber elegido a nadie mejor.

Bertha: ¡Señora Presidenta!

Brunilda: ¡Bertha Hággendass! Querida, pero qué alto has llegado. Y pensar que todo se lo debes a un tratamiento de hormonas... por cierto ya párale, tienes muy desarrollado el clítoris. ¡Marinela Servirgen!

Marinela: Señora, estoy tan apenada. Disculpe la tardanza pero tuve un contratiempo con la servidumbre.

Brunilda: Precisamente de eso estábamos hablando. Las criadas mexicanas son un asco. Pero yo ya le encargué dos guatemaltecas a Gurría. Son feítas pero no están nada maleadas.

Priístina: Eso hasta que se sacan el Nobel. Luego se ponen insoportables.

Brunilda: Bueno chicas, ha llegado el momento que la nación esperaba: El homenaje a la Canasta Navideña. Espero que todas hayan traído lo que se les pidió.

Marinela: Yo traje la vaca. (Entra una vaca a escena).

Brunilda: Que bueno que la trajiste, porque Si la leche es poca...

Marinela: ... al niño le toca.

Brunilda: A lo que venimos muchachas: manos a la obra.

(Coreografía de la Canasta Navideña. Las voluntarias arreglan la canasta mientras Brunilda se toma una botella que estaba destinada a la misma canasta).

Brunilda: Antes que nada, quiero agradecer a todo el pueblo mexicano que siga viviendo en este país. Y debo pedir una disculpa a nombre de mi esposo porque haya subido la leche y la tortilla. Especialmente para todos aquellos que tienen estas preferencias sexuales. Decía: las Damas Voluntarias del Comité Contra la Encefalopatía Bovina, más conocido como el Comité de las Vacas Locas, queremos hacer un tributo a la sociedad mexicana y hemos decidido ayudar a los más necesitados, donando este hermosísimo departamento de interés social que representa el símbolo del habitat que merece el pueblo de México. Para ello, tenemos el honor de que el Presidente de la República, mi esposo, el Dr. Ernesto Zedillo, haya aceptado hacer la entrega oficial... ¡Ernesto!

(Todos buscan al Presidente. Escogen al azar un espectador entre el público y lo hacen subir a escena. Las damas voluntarias lo caracterizan como Zedillo y le entregan su discurso por escrito. Entran otras dos vacas.).

Presidente: Compatriotas: la canasta es básica. La canasta es el símbolo institucional del compromiso ineludible entre la familia y el estado. La canasta, inmortalizada por esa mexicana insigne: por la entrañable patita con rebozo de bolitas. La canasta navideña es pasado, porque contiene los frutos revolucionarios, pero también es presente porque está envuelta para regalo. Nos hemos reunidoo para hacer entrega oficial de la canasta democrática, de este flamante departamento bellamente equipado y de estos tres hermosos ejemplares bovinos previamente pasteurizados. Esperamos que la pareja beneficiada sepa vivir dignamente en este plácido rincón de nuestra patria. Ahora me callo para recibir mis aplausos.

Brunilda: ¿Y no podrías callarte el resto del sexenio?

(El actor improvisado regresa a su butaca).

Bertha: Señora Presidenta, el Ciudadano Presidente se marchó sin seleccionar a la pareja ganadora.

Brunilda: Debemos recurrir entonces a democracia. Y así, en un acto de supina democracia, los ganadores son...

(Selecciona dos nombres al azar de la lista del público asistente. Los ganadores suben a escena, se les viste de San José y María).

Brunilda: Y no solamente han ganado este departamento. Además, se han ganado un privilegio que no tuvieron ni Lucerito y Mijares: recibirán el Sagrado Sacramento del Matrimonio, ni más ni menos que del propio Juan Pablo 11, Su Santidad Karol Woytila, gracias a direct TV.

(Video doblaje del Papa. Al final los recién casados se besan. El momento se registra en una fotografía oficial del grupo).

Todos: ¡Viva la familia!

(Quedan San José y María en el pesebre. Junto con el bebé forman la imagen típica del Nacimiento de la Tradicional Pastorela. El elenco canta).

La familia mexicana tiene muchas pesadillas, como si hubiera comido ocho kilos de costillas.

La familia mexicana tiene sueños horrorosos, cardenales, mufloz rochas magnicidas y malosos.

De esta pesadilla no vamos a despertar.

Todo México se duerme con apacible temor, sólo nos queda un consuelo ¡que la realidad es peor!

Taurus do Brasil: (Video hipnótico) Siento muicho despertarle ahora de este suenio hipnóchico, eun este país, eun estos momentos y para pagar la cuenta... tres, dois, uno... ¡despierta!

FIN