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Convocatoria

Las contribuciones a este dossier son respuestas a la siguiente invitación:

¿Arte≠política?

La reciente exposición del Museo del Barrio en Nueva York sobre el arte de performance en América Latina, “Arte≠Vida,” propone que, en comparación a sus homólogos norteamericanos, los/las performeros latinoamericanos han afirmado con mayor certeza que el arte no es vida: cuando el hambre, la escasez y la tortura han dejado sus huellas en la vida, confundirla con el arte de este modo puede ser, a lo sumo, poco sincero. Al mismo tiempo, el rico repertorio de 40 años de performances documentadas por la exposición confirma que—como nos muestra la precisa línea perpendicular de Lotty Rosenfeld en su paradigmática intervención Una milla de cruces sobre el pavimento (1979)—el arte añade dimensión y escala a la “vida” de manera literal y simbólica, creando a veces hasta fisuras dentro de los órdenes represivos y sus sistemas de poder. En el dossier de este número de e-misférica—el cual incluye una relación especial con la exhibición “Arte≠Vida”—proponemos una provocación similar, aunque quizás más aguda, en torno a los campos del arte y la política en la performance latinoamericana. Recientemente, Néstor García Canclini ha sostenido que el arte ha pasado a una era “post-autónoma” en la que la transgresión de los límites impuestos por los museos, el mercado y las convenciones de la práctica artística ya no necesariamente constituyen la fuente de su fuerza política (e-misférica 7.1).  ¿Dónde reside, entonces, lo político en el arte de performance hoy en día? En una entrevista reciente, la artista guatemalteca Regina Galindo mantiene que la obra de artistas del Tercer Mundo tiende a no ser evaluada correctamente—con mucha más atención prestada al lugar y al contexto de su producción que a los elementos formales a través de los cuales establece su relación al campo artístico (e-misférica 6.2). Por otro lado, Nelly Richard insiste en la distinción entre “la política en el arte”—asuntos o proyectos políticos reflejados o representados por el arte—y “lo politico en el arte”, un registro del arte mismo que intenta enfrentar y desarticular las pautas conceptuales a través de las cuales  lo político asume su coherencia (e-misférica 6.2). ¿En qué forma encarna el órden estético de la performance una política o contra-política? ¿Cómo se realizan, confrontan, desestabilizan y/o desarticulan los registros de lo político a través el arte de performance actual?  

Invitamos a investigadores, artistas y críticos a que asuman dicha provocación en torno al arte de performance (arte acción, arte no-objetual, arte corporal) en las Américas hoy en día. No es necesario contestar, refutar o debatir los términos generales de la provocación; ésta puede ser examinada en conexión a una performance, acción, escenario o evento en particular. Invitamos trabajos cortos y precisos en torno a estos temas en forma de textos analíticos cortos (de 750 a 1.500 palabras), crónicas, manifiestos u otro tipo de relatos que trasciendan lo meramente descriptivo o anecdótico. Las contribuciones pueden ser escritas en castellano, inglés o portugués. También estamos interesados en presentaciones visuales (fotografía, video, montajes, etc.) que ofrezcan nuevas perspectivas sobre el tema.