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Hacerse con especies compañeras

Donna Haraway | University of California Santa Cruz

 

I.

Preguntas Iniciales:

A quién y a qué toco cuando toco mi perro? El “hacerse con” como se convierte en una práctica de convertirse mundial? Estas preguntas se anudan en la expresión “alter-mondalización” que primero aprendí en Barcelona con Beatriz Preciado, una amante española de los Bulldog franceses.  El término fue inventado por activistas europeos para enfatizar que su cercanía a los modelos militarizados neoliberales de la construcción de mundo tratan no de una “anti-globalización” sino de crear y nutrir una concepción mundial justa y pacifica.  Existe una “alter-mundialización” prometedora que se puede aprender al atar los nudos de la diversidad de especies comunes viviendo sobre la tierra.

Creo que nosotros aprendemos a ser terrenales cuando forcejeamos con, al contrario de generalizar desde, lo común.  Soy una creatura de lodo, no de cielo.  Soy una bióloga que siempre ha considerado edificante las capacidades increíbles del cieno para mantener las cosas en con-tacto y para lubricar los pasajes de las creaturas vivientes.  Me encanta el hecho de que los genomas humanos se encuentran sólo en el 10% de las células que ocupan el espacio mundano que yo llamo mi cuerpo; el otro 90% de las células están llenas con genomas de bacteria, hongos, protozoos, etc.,  algunos de los cuáles tocan la sinfonía necesaria para que mi ser se mantenga vivo, y algunos de los cuales me usan solo como puente,  y que me hacen, y que nos hacen, ningún daño.  Soy una minoría frente mis compañeros chiquititos; mejor dicho, me convierto en un ser adulto humano en compañía con estos pequeños colegas.  El ser uno es siempre estar con muchos.  Algunos de estos biota microscópicas son peligrosos para el yo que escribe esta oración.  Ellos se mantienen neutralizados por ahora con las medidas coordinadas de la sinfonía de todos los otros, células humanas o no, quienes hacen el yo consciente posible.  Me encanta que cuando “YO” muera, todos estos simbiontes benignos y peligrosos tomarán el mandato y usarán lo que queda de “mi” cuerpo, aunque sea solamente por un tiempo, ya que “nosotros” somos mutuamente necesarios en el tiempo real.  Cuando niña, me encantaba habitar mundos miniaturas que se saturaban con hasta más entidades pequeñas, reales e imaginarias.   Me encantaba el juego de escalas en tiempo y espacio que los juguetes y cuentos de niño me hacían evidente.  En ese entonces no sabía que este amor me preparó para conocer mis especies compañeros, quienes son mis creadores.

[…]

II

Les presento al perro de Jim.  Mi colega universitario y amigo Jim Clifford sacó esta fotografía durante una caminata decembrina cerca de su casa en los desfiladeros húmedos de Santa Cruz, California.  Este perro sentado y atento perduró sólo una época.  El siguiente invierno las formas y la luz de la quebrada no protegieron el alma canina que animaba el tocón quemado cubierto con agujas de Sequoia,  musgos,  helechos,  líquenes – y hasta un plantón chico de Umbellularia californica que asimilaba una cola truncada—identificada para mí por la mirada de un amigo el año pasado.  Tantas especies, tantos tipos, se encuentran en el perro de Jim, sugiriendo una respuesta a mi pregunta, a quién y a qué tocamos cuando tocamos este perro?  Este tacto cómo nos hace más mundiales, en alianza con todos los seres que trabajan y juegan por una alterglobalización que pueda perdurar más de una época?

Nosotros tocamos el perro de Jim con ojos digitales hechos posibles por una cámara digital de alta resolución,  computadores, servidores, y programas de correo electrónico a través de los cuales esta jpg de alta densidad me fue enviada.1  En los dobleces de la piel metálica, plástica, y electrónica de mi aparato digital está el sistema visual de primate que Jim y yo hemos heredado, con un sentido de color vívido y un poder nítido de enfoque.  Nuestra capacidad de percepción y placer sensual nos ata a las vidas de nuestros progenitores primates.2 Al tocar esta herencia, nuestra mundialidad tiene que responder a y para aquellos otros seres primates, tanto en su medio ambiente ordinario como en los laboratorios, los estudios de cine y televisión,  y los zoológicos.  También, el oportunismo colonizador biológico de los organismos, desde los virus y bacterias invisibles pero resplandecientes hasta la corona de helechos sobre la cabeza de este perro, son palpables en este tacto.  La diversidad de especies biológicas y todo lo que nos pide nuestro momento histórico se culmina con este perro encontrado.

En este tacto óptico-digital generado a través de la cámara, estamos dentro de las historias de ingeniería de la tecnología de información (IT), la línea de montaje de la producción electrónica, la eliminación de desechos de minería e IT, la investigación y manufactura de plástico, mercados trasnacionales, sistemas comunicativos, y los hábitos technoculturales de los consumidores.  La gente y las cosas están dentro de tactos interactivos que son mutuamente constitutivos.3 Visualmente y tácticamente, estoy en la presencia de lo interseccional, entrecruces de raza, sexo, edad, clase y sistemas de labor distinguidos por región que hacen que el perro de Jim viva.  Responder parece ser lo mínimo que se requiere hacer dentro de este tipo de mundialidad.

Este perro no me podría haber llegado sin las prácticas de paseo en tiempo libre que provienen de los principios del siglo veintiuno en un pueblo costero universitario de California central.  Esos placeres de caminata urbana tocan las prácticas de labor de los leñadores del siglo diecinueve, quienes sin sierra eléctrica, cortaron el árbol cuyo tronco quemado cobró una vida post-arbolar.  A dónde se fué la leña de ese árbol?  La historia de quemado deliberado de los leñadores y de los fuegos inducidos por relámpagos de la época seca de California, tallaron el perro de Jim desde los restos ennegrecidos del árbol. Endeudado tanto a las historias del medio-ambientalismo y de clase, las políticas cinturónverde4 de las ciudades Californianas que resistían el destino del Valle de Silicona aseguraron que el perro de Jim no fuera nivelado para construir casas en la orilla oeste de la hambrienta industria inmobiliaria de Santa Cruz.  Los rasgos irregulares del cañón, creados por erosión de agua y esculpidos por terremotos, seguramente ayudaron.  Estas mismas políticas cívicas e historias terrenales permitirán que los pumas bajen por los bosques de la universidad, cruzando los desfiladeros cerdosos que definen este pueblo.  Caminar con mis perros sin correa entre estas quebradas me hace pensar en esta posible presencia felina.  Les vuelvo a asegurar la correa. Visualmente digitar el perro de Jim es tocar todas las importantes historias ecológicas y políticas y las luchas de las ciudades chicas y ordinarias preguntando quién debería comerse a quién y con quiénes debemos co-habitar.  Estas suntuosas zonas de con-tacto naturales-culturales se multiplican con cada mirada táctil. El perro de Jim es una provocación de curiosidad, el cual yo considero como una de las primeras obligaciones y de los placeres más profundos de la especie compañera mundial.

El hecho de que Jim vio el quiltro en primer lugar fue un acto de amistad de un hombre para quien los perros nunca habían sido particularmente presentes ni perseguidos en su vida antes de que su colega pareciera pensar y responder a solo ese tema. Entonces no fueron los perros peludos que le llegaron, sino otro tipo de cánido tan maravilloso como los otros, que se le entrecruzó en su camino.  Como mis informantes estadounidenses en la cultura de pura raza canina dirían, el perro de Jim es un perro real, de casta, como los perros finos de linaje mixtos quienes nunca podrían ser replicados pero que deben ser conocidos.  Seguro, no hay duda de la variedad ancestral y cruce de contemporáneos en este perro incrustado de carbón.  Yo creo que esto es lo que Alfred North Whitehead podría haber querido decir por una concrescencia de prensión.5  Esto definitivamente está presente en el corazón de lo que aprendo cuando pregunto a quien toco cuando toco este perro.  He aprendido algo de cómo heredar desde la piel.  Buf…


Una mutación rearmada de When Species Meet (Cuando Se Encuentran las Especies) (Minnesota University, Press, 2008), para Pintacanes

Traducción por Lissette Olivares


Donna Haraway is a retired professor in the History of Consciousness Department at the University of California at Santa Cruz, where she teaches feminist theory and science studies. She is also an affiliated faculty member in the Women’s Studies, Anthropology and Environmental Studies Departments at UCSC. Dr. Haraway is the author of Crystals, Fabrics and Fields: Metaphors of Organicism in Twentieth-Century Developmental Biology (Yale University Press, 1976), Primate Visions: Gender, Race, and Nature in the World of Modern Science(Routledge, 1989; Verso,1992), Simians, Cyborgs, and Women: The Reinvention of Nature (Routledge,1991; Free Association Books, 1991) and Modest_Witness @Second_Millennium. FemaleMan(c) Meets OncoMouse (New York and London: Routledge, 1997).


Notas

1“Ojos Digitales” es el término de Eva Hayward para la unión táctica –óptica de la cámara con las creaturas marinas, especialmente invertebrados, en las múltiples interfaces de agua, aire, vidrio y otros medios, a través de los cuales la táctica óptica ocurre entre arte y ciencia. Vea Eva Hayward: “Fingery Eyes: Impressions of Cup Corals,” sometido a Cultural Anthropology, 2009.

2 La palabra “progenitores” remplaza la palabra “kin” en el vocabulario de Haraway, perdiendo en su traducción un juego de palabras importante. Kin/ Kind (familiares/tipologías) en la teoría de Haraway enfatiza una relación que excede los conceptos tradicionales de la descendencia; al usar kin/kind, Haraway se aleja de los modelos de herencia basados en la reproducción heteronormativa, y reconstituye una historia genética basada en multiplicidades.

3 Intra-Acción es un término de Karan Barad. Al pedir prestado este vocabulario, también la toco a ella en el perro de Jim. Karan Barad, Meeting the Universe Halfway (Durham: Duke University Press, 2007)

4 Greenbelt, traducido aquí como “cinturónverde” denota una política que se aplica en la planificación del uso terrenal,  reteniendo espacios salvajes, tierras agriculturales o sin desarrollo que se encuentran cerca de áreas urbanas.  Constituye una línea invisible que protege una área y que frena la construcción humana para preservar terreno.

5 A.N. Whitehead, Science and the Modern World, Lowell Lectures, 1925 (New York: Mentor Books, 1948) Whitehead escribe: Un evento es el agarrón dentro de la unidad de un patrón de aspectos. Lo eficaz de un evento mas allá de si mismo resulta de los aspectos que forman las unidades de prensión de las unidades de otros eventos. (p.111).