La nostalgia del quinqué... una huida explora y expone las ansiedades del Puerto Rico cotidiano transversalmente investigando temáticas de género, clase y raza. Una serie de "tableaux vivants" de la "Familia Puertorriqueña" muestra la versión esteriotipada de la folklórica familia de jíbaros (campesinos) de la literatura costumbrista (que lidia con el tránsito de una sociedad rural a una sociedad industrial y urbana), en un choque tragicómico entre los anacronismos, la intolerancia auto-inflingida, y las políticas partidistas, negociadas en un desesperado malabarismo de realidades contrastantes, evasión, eufemismos, y la negación de lo que evidencia una crisis de identidad en la sociedad puertorriqueña. Estos "tableux" se corporeizan en una relación antífona con los personajes de tres "hermanas", a través de las cuales Hernández expone su opinión sobre la crisis de identidad puertorriqueña y el colonialismo: Licenciada Perdóname (una representante de distrito), Pragma la continental (con su discurso de auto-ayuda que invita a los puertorriqueños a "trepar y progresar") y Perpetua (una sensual cantante "Pan-Latina"), que, con la ayuda de su asistente Lamento, destapa las complejidades políticas, socio-históricas y etno-culturales de "la condición puertorriqueña".