En la pieza Infarto, donde el teatro, la danza, el performance, el texto dramático, el movimiento, el vestuario, el video, la animación, las proyecciones, la música y los objetos del diario vivir son yuxtapuestos y enfrentados, localizados en un espacio liminal donde las nociones de la precariedad son exploradas y celebradas. Junto con sus colegas artistas Eduardo Alegría y Yamil Collazo, Teresa expone las luchas, las ansiedades y las proezas de ser una artista experimental en Puerto Rico. La migración forzada, el rechazo violento, la falta de espacios y de auspicios, y la presión de definir el trabajo dentro de las fronteras fijas del arte tradicional son todos temas con los que se enfrentan los artistas, quienes metafóricamente "infartan" por causa de estas condiciones sociales, políticas y económicas. A su vez, los artistas celebran la precariedad, el trabajo de arte sin pulir, el resbaloso camino entre las disciplinas, tomando refugio en el afecto y el humor para proclamar públicamente que "lo mío es otro teatro".