En esta versión de la clásica tragedia griega, Teatro La Candelaria dirige su temática nuevamente a los horrores de la violencia política y social en la sociedad colombiana. Cuando la directora y escritora Patricia Ariza visitó Urabá, una región en Colombia, habló con un grupo de mujeres que no habían podido enterrar a sus esposos, asesinados en la guerra civil. Ella conectó esta horrenda situación con el mito de Antígona y le leyó el texto griego al colectivo. Esta versión de La Candelaria envuelve un serie de transformaciones del mito original. En un principio, el público observa a Tiresias caminando en un espacio vacío; tomando el lugar del coro, le explica al público el contexto histórico y los eventos de tras mano que son importantes para entender la obra. La obra presenta tres Antígonas y dos Ismenes, quienes discuten la posibilidad de violar las leyes de Creonte, para poder enterrar a sus hermanos de acuerdo con la tradición. La discusión resulta entonces, en una polifonía.