La obra trata con uno de los problemas más dolorosos de Colombia: la exclusión social y sus efectos en el día a día. Los personajes en esta obra son exclusos sociales: vagabundos, prostitutas, mendigantes etc. Todos están tratando de construir un lazo con la comunidad a través de su participación en un grupo de teatro. El grupo quiere hacer una versión de "Crónica de una muerte anunciada" de Gabriel García Márquez. Las dificultades y tensiones que surgen alrededor de este proyecto subrayan el carácter extremo de su exclusión, producto de la pobreza extrema y la falta de oportunidades que experimentan en una sociedad que está desmembrada por la fragmentación y la desigualdad de clases. Al final, cierran el lugar donde estaban ensayando y uno de ellos es asesinado. El proyecto, además, siempre tuvo una "muerte predestinada". Esta obra es parte de la exploración de la expresión y el lenguaje no-verbal que Teatro la Candelaria lleva a cabo; es también una colaboración con comunidades pobres y las organizaciones que intentan ayudarlos.