En esta pieza colectiva, Teatro la Candelaria desarrolla un discurso sobre el problema de violencia social y política en Colombia a través de la exploración del lenguaje verbal y no verbal (con énfasis en el último). "El Paso" parece como una barra de camino, un lugar donde la gente para a descansar o a comer alguna cosa mientras viajan por el país. La verdad es que es un tipo de no-lugar rodeado de violencis y conflictos sociales. Los personajes se refieren constantemente a asuntos de "afuera", como si la violencia política y otros peligros solamente existieran "afuera", y la barra fuese como un lugar de refugio. Sin embargo, la violencia se infiltra en la barra: dos personajes sospechosos irrumpen el status quo de la barra, envolviendo forzadamente a los patrones, los empleados y los transeúntes en sus asuntos sospechosos. La gente del bar necesita negociar entre su complicidad o su resistencia en contra de las actividades ilegales que ejecutan los nuevos personajes, que con sus pistolas y su dinero ambientan la cantina de paso con miedo y violencia.