Por Sor Agneshka Ay Que Cruz

Arguye de las inconsecuentes que tras el velo académico lisonjean al poder, sancionando la censura y causando con ello lo mismo que en no pocas ocasiones acusan.

Claustro necio que desairáis
Al Hemisférico, sin razón,
Sin ver que dáis ocasión
A la culpa que cargáis.

Si con cobardía tal
Procuráis nuestro desdén,
¿por qué queréis de nos bien
si habéis hecho tanto mal?

Combatís la inteligencia
Diciendo con gravedad
Que fue por seguridad
Cancelar la diligencia.

Queréis con presunción necia,
Halagando algún consuelo,
Que no guardemos con duelo
Vuestra falta de inocencia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que actuando aquí con miedo,
cancela el acto con dejo
y piensa que no es relajo?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
sólo sabéis hacer mal,
¿esperáis que os traten bien?

Opinión ninguna gana
Con tan magna cobardía
Vuestra alma es sin porfía,
De integridad muy liviana.

Siempre tan necias andáis
que con el mismo nivel
de irresponsables a cruel
muy bien se os puede imputar.

¿Pues ha de quedar callada
la que vuestra injuria sufre
con la rabia que se pudre
y la cobardía que enfada?

Mas entre el enfado y pena
que vuestra cancelación refiere,
bien tengan consuelo breve
y quitáos enhorabuena.

Dan vuestros temores pena,
Mejor sería callar,
¿decir que es seguridad
lo que es falta de entereza?

¿Cuál mayor culpa ha tenido,
en esta censura errada
la que miente por la paga
o quien paga por mentido?

¿O quién es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la fregada que se raja
o quien raja por fregar?

Pues, ¿para qué os espantáis
De la culpa que tenéis?
Comportáos cual lo queréis
Y olvidáos de lo demás.

Y dejad de procurar
Respeto y consideración
De a quienes sin más razón
Háis venido a desairar.

Bien con muchas armas fundo
Que lidia vuestra ignorancia
Pues en cobardía e instancia
Del pan solo dáis lo inmundo.