2006
(Emitida dentro de los seis barriles de acero con de agua y por uno de los burros. Una voz grave, como la de Jamelão o la de Dona Inah, cantando, con largos intervalos, los primeros cuatro versos de la canción “Si todos fueran iguales a ti”, de Jobim y Vinicius. A veces la estrofa entera, a veces un único verso, o un fragmento del verso, como alguien distraído, cantando sin querer, confundiendo la letra a veces):
Va, tu vida, tu camino es de paz y amor
Va, tu vida es una linda canción de amor
Abre tus brazos y canta la última esperanza
Esperanza divina de amar en paz.
(Emitida desde el monte de sal y por uno de los burros. Voz masculina, que comenta la letra):
(Gritado bien alto, ronco) Va, va!
(Pausa larga)
(Cantando) “Va, tu camino”.
Quién va si no eres tu, es tu camino. ¿Hacia dónde vas, si quien va es él? Si quien va, ¿va solo?
(Pausa) Solo.
(Pausa larga)
Tu vida va ahí, está yendo, ahora, mírala.
Va sin ti, está yendo sola, de cualquier modo va, quiere que quieras, no quiere. (Grita) ¡Va!, ¡va!, ¡va!, (pausa) sin nadie dentro, nadie allí dentro. (Grita) ¡Va! (Pausa. Grita) ¡No voy! (Pausa) Va liviana, vacía, sin peso, como un embalaje sin contenido. Y va bien, agraciado, fluyendo, va yendo. Ahora. Va yendo ahora. Justo enfrente tuyo. Algunos pasos delante tuyo, tu vida te va arrastrando. Quiere que quieras, no quiere. Tu vida en la avenida. En tu cara. Gloriosa, semidesnuda. En la pasarela, en el televisor. Va yendo. Tu vida (pausa), mi-nu-cio-sa-men-te victoriosa. Premiada, inaugurada con ceremonia pública. ¿Oyes los aplausos? Aún así es tu vida. (Pausa) Es ella. (Pausa) Es tuya.
Toda tuya, pero no eres tú. (Pausa) Ahí va. (Grita) ¡Va! ¡Va! Mírala (Pausa). Es tu vida, pero no eres tú.
(Pausa larga)
(Con un poco de ironía en la voz, cantando).
"Abre tus brazos". Sería mejor abrir las manos. Las manos, por ejemplo. Soltar aquello que ha encerrado la mano. ¿Abrir los brazos para qué? ¿Abrazar qué? La piedra iluminada. El paisaje. Abrazar cada ráfaga. (Grita) ¡Va! (Pausa. Grita) ¡No voy! La ciudad va sin ti. Cada calle, cada barrio va sin ti. (Pausa. Canta) "Abre tus brazos" (Pausa. Áspero): ¡Tus-bra-zos! ¿Fuertes, débiles, qué, peludos? ¡Aquí! Carga. Carga ahora. Para eso sirven los brazos.
Tus brazos cargan el monte de sal entero hacia lo lejos. Lejos, grano a grano. De a poco. Lejos de mis ojos. O de una sola vez. Como si fuese la última. Tú. Tú ahí. (Pausa. Grita) ¡Va! (Pausa) ¡Va! (Pausa) ¡No voy! (Pausa) Abre tus brazos, que sirven para eso. Tú, tú ahí. Sí, lo sé: tengo sal en la cara. Sé que lloro, está claro. Toda la ciudad va andando sola, (Voz normal) va, va, va. Abre tus brazos. Abraza (pausa) cada ráfaga. Antes de que pase, antes de que su eco pase, antes que acabe la ráfaga, la secuencia de ráfagas, abraza. ¿Antes de que se vuelva qué? - confeti, serpentina, ¿y después se vuelva qué?- noticia, noticiario, incluso depués ¿qué?, papel, antes de que se vuelva hoja de papel de periódico impresa ¿cubriendo qué? -respondiendo con frialdad) cubriendo el cuerpo que la propia ráfaga dejó en el asfalto. E-xac-ta-men-te. Sí, así, así por delante. Es así. Continúa, contigo o sin tí, quieras o no. Aquello quiere seguir. Siempre seguir. Eso quiere seguir. Mirá ahí. Tu vida (Pausa, voz indecisa) aquello. Aquello. Mejor así. (Pausa). Abraza todo lo que puedas.
(Pausa larga)
(Cantando) "Y canta". ¿Canta cómo? Ése ya está cantando. (Canturrea). "La última esperanza..." Siempre la tuve. Sobre ese punto nadie puede decir nada, siempre tuve mucha. La sal que rueda por mi cara no es -no, nunca es desesperación. La sal deshidrata, conserva. Momifica cada ráfaga. Yo mismo destilo, y guardo. Voy acumulando de a poquito. ¿Canta bajo o canta alto? ¿Canta dulcemente o a los gritos? ¿Canta a favor o encontra? ¿Quién canta? (Pausa. Grita) ¡Va! (Pausa) La sal conserva la voz en el aire. (Pausa) Inmóvil. Quietita. La voz esperando. La sal conserva la luz quieta. Quieta, puedes ver. La luz antigua y la voz, las dos ahí paradas.
Esperando. La sal mantiene la platea en su lugar, en el lugar que le es propio, del lado de afuera, muda, también quieta. Totalmente inerte. (Tono de asombro, como quien completa un razonamiento) Momificada. Como una estatua de... ¿adivinas? ¿Adivinas de qué? ¡Ya sé! Una estatua de sal. imbécil. (Grita) ¡De sal!
(Emitida desde dentro del monte de heno y de uno de los burros. Conjunto pequeño -como mínimo tres, como máximo cinco- de voces femeninas, recitando el texto al unísono, como una cantinela)
Pasta, (Pausa) anda. El heno vuela cuando hay viento. Se esparce como cenizas vivas. Cenizas, pero vivas. Entra al aparato digestivo (pausa) y se vuelve (Énfasis) mierda verde. Hostia. Crece dentro. Animales pacíficos atravesados por el (Pausa. Hablan alto) ¡heno! ¡Girasol! ¡Rosas! ¡Geranios! Grita, verde. Grita, todo. Todo verde (Énfasis) Paz! (Énfasis) En la tierra! (Énfasis) Nadie! Deja que la pausa, la pausa entre en ellos, ellos: los comedores de heno, (Pausa) deja que la pausa crezca hasta perder el ritmo. Deja que la pausa perciba aquellos seres (Pausa) avaros, centrados, hasta su ritmo, que mata todo, todo, morir, morir de una vez. Hasta su ritmo, (Pausa) que mata todo, todo (Pronunciando lentamente) - los ár-bo-les, los a-ni-ma-les, las ro-sas, los pe-que-ños pla-ce-res, las a-le-grí-as co-ti-dia-nas (Pausa), morir, morir de una vez. No sabría pedir más - pequeño monte de heno desparramado, su base más grande que la punta, soplando las habas, soplando a veces, soplando al aire. Montaña que camina como alguien, un caminante sin rumbo, un navío sin puerto, un perro de suburbio, perdido. Paisaje amaneciendo cada día dentro de otro paisaje. Monte disipado. (Pausa, gritan) ¡Va! Esparcido. (Pausa, gritan) ¡Va! Mezclado con los elementos. (Pausa, gritan) ¡Va! No podría saber más. No podría querer más. (Pausa, gritan) ¡Va! Basta! (Pausa, gritan) ¡Va! (Pausa, gritan) ¡Va! (Pausa, gritan) ¡Va! Basta! (Pausa, gritan) ¡Va! (Pausa, gritan) ¡Va!
Traducción por Rosario Hubert