Desde el 2000 hasta el 2007,Teatro Oficina Uzyna Uzona trabajó la puesta en escena del libro épico de Euclides da Cunha, Os Sertões, que narra la Guerra de Canudos en el "sertão" brasileño para el siglo XIX, dirigidos por Antônio Conselheiro. El trabajo consta de cinco obras, integrado por 'A Terra' (2002), 'O Homem I' (2003), 'O Homem II' (2003), 'A Luta I' (2005) y 'A Luta II' (2006), para un total de 27 horas de teatro. Os Sertões repasa los episodios de la guerra a la luz de la historia pasada y presente de Brasil, y en relación con la lucha del grupo de teatro contra el magnate de las comunicaciones Sílvio Santos, que quiso demoler el histórico teatro.
Dedicada al poeta Oswaldo de Andrade y al hombre de negocios y productor de espectáculos, el actor Sílvio Santos, la tercera parte del libro refiere el suceso que, en principio, dio lugar a la guerra, cuando un juez de Juazeiro detuvo un embarque de madera destinado a la construcción de la Nueva Iglesia de Canudos. El ejército nacional envió tres expediciones que fueron derrotadas, la última de ellas al mando del famoso coronel Moreira César. El Ejército enfrentó la humillación de soldados que desertaban y huían y la muerte de coronel Tamarindo por empalamiento. Éste se convirtió en la figura principal de una macabra instalación dispuesta en el camino a Canudos, concebida por los Jagunços (matones del "sertão") y las Mandrágoras para desalentar la incursión de nuevas expediciones. El primer movimiento de 'A Luta' está escrito en pliegos o literatura de cordel (obras populares que se imprimían en pliegos sueltos). El 'Luta I' amplía el espacio del performance, con trincheras que arman la columna de la ruta de escape de los invencibles de Canudos, así como las mutãs, un tipo de escondite que construían los indígenas en las ramas más altas de los árboles para cazar jaguares, que fue adaptado por los seguidores de Antonio Conselheiro. El músico Lirinha, de la banda Cordel do Fogo Encantado, trajo su pasión por las bandas sonoras, la grabación de sonidos y efectos para teatro, y la tradujo en disparos y artillería, creando con esta música la vanguardia de la batalla. El espacio físico del performance se extiende al mundo, con imágenes grabadas, pegadas por las calles que rodean al teatro, así como en los camerinos y espacios fuera de la mirada del público, haciendo así cine en directo.