La pieza "Hamletango, Príncipe de las Tortilleras" de Susana Cook es una adaptación de "Hamlet, Príncipe de Dinamarca" para un elenco de mujeres. En esta obra, todos los elementos originales de la obra de Shakespeare parecen ser re-arreglados y transformados. Aquí, el príncipe es una mujer y el fantasma es su madre. Si en la pieza original es el padre que regresa a pedirle a su hijo venganza, causando un tragedia donde todo el mundo muere, en esta versión el fantasma de la madre no regresa a pedir venganza. Ofelia aparece como una buena nadadora, pero el público presencia su funeral- y ella también, junto a los otros personajes, trayendo así a los muertos y los vivos a un mismo espacio, juntando fantasmas con cenizas. La tragedia se convierte en una comedia. Al final del drama --como en el "Hamlet" original-- un grupo de payasos viene a contar "la verdadera historia". Representados como campesinos que acaban de presenciar la muerte de toda la familia real, los payasos se encuentran solos en un palacio lleno de ropa, comida y vino, sin Rey, Reina o Príncipe. Así que se visten con sus ropas, se toman su vino y celebran.