Esta pieza es basada en la tradicional danza enmascarada afroperuana el "Son de los Diablos", originada en las celebraciones del Corpus Christi en Lima, durante el periodo colonial. El baile fue descrito por la élite en mando como un drama religioso a través del cual los negros representan las fuerzas malignas. Sin embargo, para el tiempo de la abolición de la esclavitud en 1854, los afroperuanos se habían apropiado de esta danza para utilizarla como un símbolo de resistencia cultural, y la ejecutaban especialmente durante el carnaval en los barrios donde fueron reubicados los esclavos. El "Son" fue prohibido durante 1940, cuando el Presidente Manuel Prado eliminó las celebraciones del carnaval en Lima. En los 1980s el Movimiento Negro Francisco Congo, un colectivo dedicado a la recuperación y revalorización de las tradiciones afroperuanas, se acercó al Grupo Cultural Yuyachkani para recuperar la tradición de esta danza callejera y para ejecutarla en las calles una vez más. El Grupo Francisco Congo se encargaría de la coreografía, y Yuyachkani aportaría a la hazaña con su trabajo de máscaras. Yuyachkani considera esta danza una danza magistral para jóvenes actores, porque incluye codificación del cuerpo, trabajo de máscaras, danza, y una activa y juguetona relación con el público.