Ói Nóis encontró en la tragedia griega de Sófocles un espacio para discutir la desobediencia civil del individuo contra la opresión del Estado. La obra fue adaptada como un performance ambiental, empezando con la batalla entre Tebas y Argos en el patio de la Terreira y progresando a través de cinco entornos diferentes que el público atraviesa, entre ellos un desierto cubierto de toneladas de arena. La adaptación no sigue la estructura clásica; en vez está dividida en una secuencia no-realista de treinta escenas, entre las cuáles se encuentran un diálogo entre una madre y un hijo que abandonó la guerra y una escena añadida que cuenta la historia desde el punto de vista del pueblo y no el de la nobleza, perspectiva favorecida por la tragedia clásica. El performance es de tres horas y puede acomodar hasta cincuenta espectadores, quienes están invitados a ver y a participar en escenas como el "Bacanal". En esta escena, una ménade corta el falo gigante que Creonte lleva puesto y escenifica el ritual de enterramiento del falo. Fragmentos de texto de Camus, Artaud, Brecht, Nietzsche, Heiner Müller, Julian Beck y varios otros autores se entrelazan en la narración con el fin de abrir la historia griega a otras situaciones políticas