Dança da conquista trae al escenario el genocidio más grande de la historia de la humanidad: la conquista de las Américas por la Europa colonial, un genocidio en el cual los países colonizados son herederos, testigos y jueces. La puesta en escena sigue el ritmo y la forma de un ritual performativo, un baile en el que los derrotados invocan imágenes de su propia versión de la historia. La obra es un collage de textos de la Biblia, de poesía y de documentos históricos, e invoca su fuerza expresiva con los choques simbólicos sucesivos de los universos mitológicos que constituían Latinoamérica. Al recurrir al mundo mítico, explora la comunicación por vía simbólica, cuestionando la dominación de la herencia cultural europea sobre las raíces indígenas y africanas.