Entrevista con Jesusa Rodríguez conducida por Diana Taylor, directora fundadora del Instituto Hemisférico de Performance y Política. En esta entrevista, Jesusa Rodríguez discute la posibilidad de desarrollar una técnica de actuación mesoamericana, no occidental, basada en el concepto pre-hispánico del ser humano, que entiende el cuerpo como una conjunción entre mente y espíritu. Jesusa Rodríguez sigue la línea de investigación de Alfredo Federico López Austin sobre la visión del mundo azteca y sobre la religión mesoamericana. Ella explica cómo concentra su fuerza canalizando a través de su cuerpo a las personas a las que caracteriza en sus espectáculos. En la segunda parte de la entrevista, canaliza a la Malinche, la intérprete y amante de Hernán Cortés durante la Conquista de México, para contar su verdadera historia. A través de este ejemplo, y en diálogo con las luchas actuales de las comunidades indígenas, Jesusa Rodríguez propone formas de conocimiento alternativo, y una alternativa a técnicas de arte y performance, basada en una visión indígena del mundo.
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Nahuatlismo: La forma Nahua de actuar (esp) (110.29 kB)
Nahuatlismo: The Aztec Method of Acting (eng) (65.53 kB)
Excerto
Lo que te voy a contar es una cosa que va a sonar como muy exótica, pero que en realidad es resultado de estos últimos quince años de mi trabajo sobre el escenario. Yo he ido atando cabos sobre un mundo poco estudiado y muy oscuro, que es Mesoamerica, y la relación con el actor en Mesoamerica. Como no tenemos un concepto del teatro mesoamericano, ¿dónde puedo yo deducir que hay una técnica de actuación mesoamericana? Este tema es el que yo he ido trabajando respecto a mi experiencia sobre el escenario, no teóricamente. Todo esto es básicamente fundado en lo que he vivido en estos quince años. Alfredo Lopéz Austin, en su libro 'Cuerpo Humano e Ideología: Las concepciones de los Antiguos Nahuas,' que es la primera gran sistematización de la cosmovisión mesoamericana--esto es un resumen extremo-- considera que el cuerpo alberga tres almas. Una, que está aquí en la parte de atrás de la cabeza, que se llama 'tonalli'. Otra, que está en el corazón y se llama 'teoliya' y otro que está en el hígado que se llama 'hijíoti '. Entonces cada una de esas almas tiene sus funciones: sus dioses, sus divinidades protectoras, y sus funciones específicas. Pero, sobre todo, la más elemental es que tonalli es el alma que sale y entra, digamos este es el alma que viaja en el sueño, en la noche, y regresa; este es el alma que en un estornudo se te sale y regresa; que en un bostezo, que en un estrés, se te sale. Entonces por eso hay que tranquilizarse, porque si no, tú estás expuesto a cualquier cosa, porque el alma está fuera, tonalli está alli fuera, y luego vuelve a entrar. Por eso si estornudas y dices 'perdón', y sigues hablando no haces bien, porque cuando estornudas, el tonalli se te salió, y hay que esperar un momentito, y ya regresa. En ese momento te puede entrar cualquier cosa. Luego, el alma del corazón sólo se te sale cuando mueres, y el alma del hígado sólo se sale cuando te mueres. Esas permanecen toda tu vida allí, adentro. Pero son finalmente dos almas que van a salir en el momento exacto de tu muerte. Van a empezar a salir como humores casi. Todo esto, enmarcado así, es importante para entender adónde voy, porque este libro de López Austin nos da una visión mesoamericana del cuerpo humano. Obviamente cuando tu divides tu cuerpo de otra manera, que no es la occidental, sientes otras cosas; cuando nombras tu cuerpo de otra forma, lo sientes de otra manera también. Toda parte del cuerpo va a estar señalada según su función. Entonces, la mano, que es el número cinco--si tu dices, maculli, que es mano, es el número cinco, maculli es el numero cinco. Pero a la vez, la parte interna, o la función de la mano, que es agarrar, también nombra la mano--'lo que agarra.' 'El que pega' es el puño. En el nombre va la función—lo cual es fantástico. No, ese libro es de verás un cosa para toda la vida. Bueno es a partir de ese libro que yo empecé a trabajar. Yo empecé a notar que, en los personajes que iba haciendo, algo pasaba. Porque de pronto la gente me decía, ¿cómo puedes parecerte tanto a Salinas o a Monsvais, porque te ves igualita. Y yo decía no, no es que esté igualita, porque no basta que tú te pongas la máscara o el disfraz de un personaje para que te veas igual. Sino, ¿qué es lo que hace, más allá del disfraz? Entonces empecé a tratar de ver por dónde iba, hasta que buscando en el libro de López Austin volví a encontrar una función interesante del alma del hígado. Por ejemplo, los mesoamericanos atribuían al corazón la función de la memoria. Y si uno lo piensa un poco se nota que uno recuerda con el corazón.