"Toda invención conlleva una catástrofe (...) como suicidas en busca de coartada, la gente ansía que llegue el fin del mundo": El genio italiano Leonardo Da Vinci (interpretado por Jesusa Rodríguez), aún vive a la edad de 600 años gracias al descubrimiento del elixir de la inmortalidad, y quiere quitarse la vida. Residente actual de la Ciudad de México, el artista lucha por recuperar su talento artístico, mientras trata de recobrar su fe en la humanidad, perdida ante el gradual "hundimiento" de la sociedad actual y la extendida decadencia que ha producido el llamado "Progreso". "¿Cómo se puede pintar el fin del mundo?" Leonardo busca inspiración en las clases de pintura televisadas de Bob Ross, en el apoyo moral de su asistente/amante Francesco (Liliana Felipe), en la "pintura interactiva" (creando una Giocconda "interactiva" con un miembro del público como su modelo), en el análisis de la politizada "galería del terror" mexicana y en presenciar la participación de su homónimo Leonardo (Di Caprio) en la película "Titanic", una y otra vez. Concluyendo que la humanidad es auto-destructiva, que las utopías del Renacimiento no pueden sobrevivir en la era de la "tecnocracia", y que cualquier invención buena se hunde como el Titanic, Da Vinci encuentra el antídoto a la inmortalidad y ejecuta su "obra maestra"-su suicidio- dedicada al anterior Secretario de Turismo y regente mayor de la Ciudad de México (quién fue acusado de corrupción y lavado de dinero) Oscar Espinosa Villareal.
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El hundimiento
El hundimiento (Video para espectáculo I)
El hundimiento (Video para espectáculo II)