Esta entrevista fue realizada en el contexto de la Magdalena Pacífica, el Festival Internacional de Mujeres en Escena del Teatro La Máscara en 2002. Es una entrevista complementaria a las conversaciones anteriores: Conversación con Lucy Bolaños y Conversación con Pilar Restrepo (entrevistada por Marlène Ramírez-Cancio en 1998). La transcripción completa del proyecto se encuentra en el Holy Terrors Web Cuaderno.
Marlene Ramírez-Cancio: Yo no las veo desde el 1998 cuando estaban estrenando Los Perfiles de la Espera con Janeth. Ximena se acababa de mudar a España, y Susana estaba haciendo teatro en la universidad. ¿Qué ha hecho La Máscara en estos últimos 4 años?
Lucy Bolaños: Pues Janeth se retira también de la escena en diciembre de ese año. Entonces yo rehago el trabajo con otra chica que acaba de llegar. Hicimos unas presentaciones en Medellín que Pilar consiguió, buscando el presupuesto para ir a la invitación del Magdalena Aotearoa en Nueva Zelanda. Pilar logra vender varias funciones allá en Medellín. Yo voy con la otra compañera, pero ella realmente no había hecho teatro, entonces la obra no crecía con ella. Entonces regresamos de esa gira y yo me dedico a rehacer la obra yo sola y a seguir buscando el presupuesto para Nueva Zelanda. Con Pilar acordamos que íbamos las dos. Yo llamé a Wilson Pico para decirle que tenía esa invitación, que Janeth se había retirado del grupo, y que yo iba a hacer la obra sola, que iba a retomar los personajes y que la iba a remontar para una sola persona. Y así fue. Empecé a visualizar cómo insertar lo del otro personaje, a recoger yo la obra que no se perdiera nada. Entonces ahí surge pues que me quedo con los dos personajes y los dos materiales, la mesa y los dos plásticos. Una sola mesa pero los dos plásticos. Logro retomar lo que hacía el otro personaje con el plástico delgado y yo usaba el que era un poquito más grueso, entonces retomo toda la coreografía y proxemia del otro personaje y los textos. Le voy dando una continuidad. Finalmente logramos tener los pasajes y nos vamos para Nueva Zelanda [en marzo del 1999]. Llegar allá fue tremendo, para conseguir los pasajes. Pilar estaba en Medellín y yo acá en Cali y nos encontramos en Bogotá. Casi no nos encontramos, ya el vuelo salía. Finalmente llegamos hasta donde la señorita que le deja a uno pasar, y ahí nos faltaba una visa de tránsito, porque nos tocaba pasar por Los Angeles. Entonces nos deja el vuelo porque no teníamos la visa. Nosotras angustiadas, lloramos. Y eso era un fin de semana que era puente, era una locura. Fuimos al Ministerio a ver qué pasaba…
Pilar Restrepo: Y pues parece que eso hay que hacerlo con anticipación.
LB: Y nosotras no sabíamos nada. Nos tocó ir allá a hablar con la superintendente y pagar la visa ahí. Salimos al día siguiente. Llegamos, y ya estaba el evento empezado allá. Llegamos a ensayar, porque todavía nos quedaban 4 ó 5 días para presentarnos. Hicimos unos ensayos muy buenos, muy intensos allá en Nueva Zelanda y nos presentamos. La obra impactó mucho. Gustó mucho.
PILAR Yo creo que mejoró tanto. Para mí fue como Condensar en un personaje, era tan bonito ya todo los movimientos integrados… el plástico. Ganó mucho la obra. El texto se volvió más fuerte.
MRC: Y ¿eliminaron partes del texto?
PR: No, antes Lucy introdujo un poema que no estaba. Quedó todo.
LB: Jill, Julia, Geddy vinieron al camerino a felicitarme, que qué buen trabajo.
PR: La gente no entendía los textos…pero hicimos una traducción en la presentación. Y en el periódico allá decía lástima no haber entendido los textos pero "Esa obra iba más allá de los textos".
MRC: Eso es lo que yo pienso también. Para mí tiene mucho que ver con el trauma en el cuerpo, en las cosas pequeñas del día a día. El texto no era lo más importante, era toda esta cuestión visual y corporal. Entonces, ¿la obra todavía está en repertorio?
LB: Todavía está en repertorio. Ahorita nos están invitando a Australia [al próximo festival Magdalena]. Vamos a Australia con Perfiles y con Casa Matriz, con las dos.
MRC: Entonces el Magdalena Aoteaora fue de marzo a abril del 99. Regresan de Nueva Zelanda, ¿y qué ocurre?
PR: Nos metimos en el cuento de hacer una retrospectiva.
LB: Presentamos un proyecto para hacer una retrospectiva. Y mientras tanto se estaba construyendo esta parte de atrás del edificio con un presupuesto que se había logrado a través de una ONG alemana para trabajar con sectores marginalizados, un proyecto sociocultural de trabajo con niños. Ellos apoyan el proyecto en la parte de la estructura, de construir, para brindar unos espacios decentes para la gente que venía a trabajar acá a hacer los talleres de teatro.
MRC: ¿Cuán activa es La Máscara en términos de dar talleres a las comunidades?
LB: La Máscara ha logrado desarrollar un trabajo sociocultural con sectores marginalizados, sobre todo con personas de Agua Blanca se trabajó varios años, con la gente de Charco Azul se hicieron varios montajes, se lograron presentar acá en Cali y se logró llevar a Bogotá obras hechas con estos jóvenes, hombres y mujeres, también participamos en un evento en holanda que se llamaba Sabiduría de la Calle, donde se presentaron jóvenes marginalizados de Colombia, de Bolivia, de Holanda, de Gales, eran como 5 países que participábamos en ese encuentro. Pues se trataba de renovar esos contratos con ONGs internacionales y con la Secretaría de Bienestar Social aquí en la Alcaldía que también apoya estos proyectos. Incluso ahorita la Secretaría de Bienestar está apoyando los eventos especiales de este festival: los foros, toda la parte que tiene que ver Voces de las Mujeres del Mundo por una Colombia Pacifica. También hicimos con señoras de sectores marginalizados los talleres de las gruyas. Se facilito buses para que pudieran asistir a la inauguración, se les dio boletería para q vinieran a las presentaciones de teatro estas señoras. Siempre se está buscando una manera de darle continuidad a estos trabajos socioculturales.
MRC: ¿Y esos trabajos socioculturales son específicamente talleres de teatro?
LB: Sí, de teatro.
MRC: ¿Qué relación tiene La Máscara con la palabra "activismo" de cualquier tipo?
LB: Nuestro trabajos es principalmente teatral, pero también hay un compromiso con la Red de Mujeres, con las luchas de las mujeres. Entonces siempre estamos participando de eventos que se realizan para el 8 de marzo, o para el día de la no-violencia contra la mujer, que es el 25 de noviembre.
PR: Y la marcha que hubo el 25 de julio.
LB: El 25 de julio hubo una marcha nacional. De todo el país salieron mujeres para Bogotá.
PR: Se llamó "Las Mujeres Paz Harán," Eso es un movimiento que se ha gestado.
LB: Se reunieron cerca 25mil mujeres en la Plaza Bolivar, salieron buses de todas partes de Colombia para hacer una protesta contra la guerra, una marcha por la paz.
PR: En esta marcha, que fue organizada por la Red, iban buses, caravanas de todas las ciudades. Eso está en el video de Clara Riascos. Es impresionante. Nosotras participamos de la marcha. Todas las mujeres de todas las organizaciones. Llevábamos pancartas. Era un movimiento fuertísimo, pero no le dieron prensa, decían que eran 8mil locas, así como es en este país los medios. Era por toda la séptima desde el Parque Nacional hasta la Plaza Bolívar. Eso eran hombres y hombres —también en la marcha— pero los había mirando a los lados, todos sorprendidos. Y los eslogans eran tenacísimos porque había muchas jóvenes que metían canciones de Fito Paez y otras cosas, y eso era una loquera, era tan bonito… Nada que ver con las marchas de antes, cada una inventaba su consigna y todas rápido la decíamos.
MRC: ¿Y no le dieron prensa?
LB: No le dieron la importancia que merecía.
PR: Pero, cuando nosotras vimos esa plaza llena… Eso era multitudinal.
MRC: ¿Y cómo se hizo la cuenta de que eran 25 mil mujeres?
LB: Era toda una red nacional de mujeres. Estaba coordinado por líderes de cada región, y la gente se inscribía y había que pagar el pasaje (que era muy barato) para irse en los buses.
PR: De aquí salieron 15 buses llenos de mujeres de los sindicatos, de los educadores, de las mujeres del Pacífico, de la Universidad del Valle, de sectores populares, indígenas...
LB: Era impresionante, era el encuentro de todas las culturas realmente.
PR: Es un grupo muy bueno que se está gestando, que se llama Iniciativa de Mujeres por la Paz de Colombia, que está Patricia Ariza y unas sindicalistas de la CUT (Central Unica de Trabajadores).
LB: Eso tiene como 2 años, pero son mujeres que ya tienen una trayectoria, que vienen de otras organizaciones y se juntan para crear este nuevo proyecto.
PR: También lo financia el gobierno sueco.
MRC: Mucha ayuda extranjera…
LB: Pero el gobierno de acá, muy poco.
MRC: ¿El gobierno de Cali apoya a La Máscara?
LB: Muy poco. Ahora este proyecto acá, que ha sido apoyado por la Secretaría de Bienestar. Pero es difícil conseguir aquí los recursos.
MRC: ¿Te refieres a este proyecto de construcción a la sede que empezó en el 1999?
LB: Sí, pero esto se viene construyendo hace rato. Cuando hicimos ¡Emocionales! era una casa de ocho cuartos, y la obra se hace en toda la casa justamente porque no había ni teatro ni escenografía ni plata. Entonces se visten los personajes de la obra y se maquilla la casa, porque estaban llenas de gorgojos las puertas, feas, entonces fue limpiar, conseguir unas pinturas y darle un color con Pedro Alcántara a cada habitación, la atmósfera de la situación, del poema. Después se empieza a tumbar la parte de adelante donde estaban todos los cuartos y se hace un primer salón para ensayos, donde estaban los cuartos, la cocina y el patio delantero de la casa. O sea que la construcción se ha hecho por etapas. Donde era el comedor y las otras habitaciones se construyó la sala de teatro. En esta otra etapa, a partir el 99, ya se eleva un edificio en la parte de atrás: donde hay sótano, escenario, salón para talleres y este apartamento. En la próxima fase esperamos construir un mezanine de oficinas y una biblioteca.
PR: ¡Pero para eso necesitamos otra ONG! (Risas)
LB: Tenemos también problemas de ruido, que nos ha causado muchos líos, sobre todo con una vecina. Estábamos haciendo este año unos encuentros que se llamaban "Arte y Mojito", como el trago, que era los jueves. Traíamos grupos, se presentaba algo de teatro, algo de música, se vendían mojitos. Estaba viniendo mucha gente, y la gente encantada.
PR: Era una forma de financiación.
LB: Pero la vecina nos mandó al juez de paz, que era un ruido que no la dejaba dormir, que era una rumba disfrazada de arte y nos mandó a parar. Porque también el juez dictó sentencia, que no se podían hacer nada de presentaciones musicales acá, hasta que esto no estuviera insonorizado. Pues uno ha seguido trabajando, pero esa parte no se pudo volver a hacer.
MRC: ¿Y eso duró cuanto tiempo?
LB: Desde finales del año pasado (2001) hasta marzo o abril de este año; unos cinco o seis meses. Y se iba llenando, cada vez venía más y más gente.
MRC: ¿Qué gente?
PR: Gente que no viene nunca al teatro.
LB: Muchos empleados, muchas señoras adultas, señores. Se presentaban grupos musicalesque venían solidariamente con la máscara, no nos cobraban ni siquiera. Se hacía cada 15 días.
MRC: Qué hicieron después de Perfiles, ¿qué fue lo próximo?
LB: Al comienzo del año 2000 hacemos la retrospectiva. Remontamos ocho obras del repertorio de La Máscara. Habían entrado nuevas actrices por un lado, y por otro lado llamamos otra vez a Claudia, a Janeth, a las que ya habían trabajado en las obras, a Pilar que no había vuelto a actuar desde Mujeres en Trance de Viaje. Retomamos todas las obras desde María Farrar, desde que empezamos el enfoque en el teatro de género--
MRC: ¡Ah! ¡¿Y dónde estaba yo?! (Risas)
LB: Logramos que el Ministerio de Cultura nos diera un aporte para hacer esa retrospectiva. Cuando ellos ven que nosotras hemos invertido, que estamos reconstruyendo esta casa, entonces nos dijeron que presentáramos un proyecto que fuera financiable rápidamente porque ya iban a perderse unos recursos. Entonces nos metimos en el cuento de hacer una retrospectiva de los 28 años de La Máscara. Pero realmente lo que remontamos no fueron todos los 28 años, sino todo lo que correspondió al teatro de género. Y teníamos tres meses para hacer esos montajes. En abril estrenamos. Entonces hacíamos tres jornadas: con un grupo de personas ensayábamos por la mañana unas obras, con otras ensayábamos en la tarde, y con otras en la noche.
MRC: ¿Con distintos directores?
PR: No, éramos nosotras mismas.
LB: Nosotras mismas hacíamos la reconstrucción de las obras y el trabajo actoral, de voz, y vestuario, escenografía. Los textos, había textos que no estaban escritos en ninguna parte sino en las memorias de nosotras, como las Mujeres en Trance, por ejemplo. Desempolvando cuadernos de notas de cada una, y reconstruyendo todo. Ninguna directora vino. Nosotras solas hicimos los remontajes. A Pilar, a Claudia y a mí nos tocaba estar en todas las jornadas porque estábamos en todas las obras.
MRC: ¿Cuáles eran las obras?
LB: Maria Farrar, Canción de Naná, Las Viudas, María M, Las Tareas, Mujeres en Trance de Viaje, ¡Emocionales!, Bocas de Bolero, Luna Menguante, A Flor de Piel y Los Perfiles de la Espera. Y esto es lo que yo quisiera este año volver a hacer una temporada de esa retrospectiva, no dejar que eso se quede ahí, sino que a mí me gustaría poder rehacerlo otra vez, hacer una temporada de todo el repertorio porque ya está ahí. Es como calentarlo otra vez y sacarlo.
PR: Con ese material voy a trabajar porque vamos a sacar un libro con los textos de las obras.
LB: La idea es publicar más adelante todos los textos de todas las obras que ha montado La Máscara de teatro de género.
PR: Se llama Dramaturgia de la urgencia el libro.
MRC: ¿Y duró cuanto tiempo en cartelera?
LB: Un mes nada más, tristemente.
MRC: ¿Y de ahí pasaron a qué?
PR: Lo que pasa después es todo un... O sea, mientras estábamos en la retrospectiva estábamos en un problema administrativo. La chica que hace el teatro, la arquitecta, Lucy le ha dado a ella autonomía para administrar y se nos volvió una jefecita que nos quería mandar. Nos mandó para Nueva Zelanda sin un viático.
LB: Yo me rompí las costillas y no había un cinco para ir al médico. Me tocó ir a donde una médica amiga mía que se fiara.
PR: El ahorro para construir iba por encima del bienestar, de la salud, de todo.
LB: Cuando el Ministerio nos dio el presupuesto para la retrospectiva, ella no quería gastar un cinco en la puesta en escena, ni en las actrices ni nada, sino que todo para la construcción. Y yo me opuse rotundamente, y Pilar también, no íbamos a trabajar así. Eso fue ya el florero para que estallara esa relación. Yo le había dado todo el poder para que ella firmara en los bancos, una cosa muy ilusa mía, y muy de la inseguridad y de no creer en lo que uno está haciendo, de creer demasiado en la otra gente. Entonces a todo lo que ella me decía, yo le iba diciendo "bueno, bueno, bueno"…
PR: Nos trataba malísimo.
LB: Nos trataba como trataba a los trabajadores de la construcción, "A ver, el siguiente, que le voy a pagar!",
PR: "No se me metan todas a la oficina. ¡De a una!" Y nos mandaba a llamar.
LB: Y entonces a mí, "Usted no tiene ya nada que hacer en la oficina. Usted se va para allá. Usted es actriz." Entonces nosotras tuvimos una reunión con ella, unas discusiones terribles, y entonces le pedimos que no nos administrara más. Que siguiera administrando el proyecto de construcción. Entonces ella dijo que no, y tocó hacer una asamblea, llamar a los miembros colaboradores de la Máscara (Pedro Alcántara, Mónica Herrán, Pakiko Ordóñez, Patricia Ariza, Mauricio, Hector Fabio), las compañeras que estaban en el remontaje de las obras, Doris, Luchita, Elba, otras mujeres que habían llegado en esos días, que participaron en trabajos como el de Emocionales.
PR: O sea, ella lo que quería era administrar como la gerente. Ella era gerente general. Entonces había unos salarios, por ejemplo a la familia de Lucy ella no la volvió a dejar entrar en el teatro, sino que daba tres boletas por actuación. O sea, cambiar toda la concepción económica de la solidaridad, como hemos venido trabajando nosotras por 20 años. Quería esto como una empresa de teatro.
LB: Ni de teatro, sino una empresa cultural, porque ella quería acabar con lo del teatro. Ella quería que fuera un centro de mujeres, como uno que vio en Alemania, pero no que lo másimportante fuera el teatro.
PR: Es que ella fue a Alemania a conseguir la plata y se encontró con un centro cultural de mujeres donde había periodistas, danzas, comunicaciones, y ella entonces dijo "200 mujeres acá!".
MRC: Bueno, y si se diera, pues bien, pero se tendría que dar orgánicamente, no a la fuerza.
LB: Y no era nada orgánico.
PR: Nos decía, "Ustedes no van a llegar a ningún lado, ustedes dos," cosas así. Las discusiones fueron tenaces.
LB: Además yo me debilité mucho…
PR: Ella humilló mucho a Lucy…
LB: … entonces ya no quería ni venir acá, no quería ni entrar, yo veía ese carro de ella allí afuera y yo me quería devolver, me achicopalé...
PR: … porque ella la tenía amenazada. Que le construía esto "si se portaba bien", ¡imagínate!
LB: Entonces como ella fue entrando poco a poco a La Máscara como una colaboradora, entonces nunca hubo ningún acuerdo económico con ella. Pero cuando yo le voy dando el poder, ya como que saca todas las uñas, por decirlo así.
PR: Venía el ministro y no nos avisaba, decía "Tengo que hablar con el ministro, que tengo una cita, arreglen todo, que yo lo voy a traer acá." O sea, nos tenía como sus esclavas. Y eso fue todo un año, del 99 hasta el 2000. Era indignante. Antes de terminar la retrospectiva, la sacamos.
LB: Estábamos haciendo un proyecto de protección del agua, sobre los alcantarillados, sobre la toma de decisiones de las mujeres en los asuntos del agua. Y nosotras hicimos un sketch sobre el trabajo que se estaba haciendo con las comunidades. Y estábamos en todo ese conflicto con la administradora, cuando hacemos ese montaje del agua y nos vamos a Holanda a presentarlo. Entonces la administradora me empezó a decir que yo le robaba al grupo, que yo me robaba el papel higiénico, que me robaba las ollas. Mandaba a Marisela a esculcarme acá a ver si yo tenía las ollas. Empezó a buscar casa para que yo me fuera de aquí, decía que yo no podía vivir aquí… Cuando le dijimos que no nos administrara más, ella dijo "O todo o nada," y se fue.
MRC: Mejor para ustedes.
PR: Ay, eso fue un descanso eterno.
LB: Entonces ya en el 2000 hicimos la retrospectiva, estrenamos las obras, hicimos el informe al ministerio y chévere.
PR: Respirando para empezar el Magdalena. En el 2001 empezamos a planearlo.
LB: Y ahí nos apareció otro amigo "colaborador" del grupo... (Risas)... que era empresario, y quería hacer otra reestructuración para el Magdalena, que "les voy a organizar la vida", que íbamos a crear una junta directiva en La Máscara con personalidades de la cultura…
PR …que nos iba a sacar de la pobreza, que íbamos a tener seguridad social…
LB: ...y que íbamos a tener unas cinco obras por año. Y obras de humor, obras que se vendieran, no esas "cosas duras". Quería poner una administradora, una gerente de ventas…
PR: Otra vez se nos volvió a encalambrar esto.
MRC: ¿Y por qué volvió a suceder, que viniera alguien a quererse apoderar del grupo y cambiarlo?
PR: Es por la dificultad económica que tenemos para sobrevivir.
LB: Le hacen a uno sentir que uno ha sido un incapaz.
PR: Que vienen a resolvernos los problemas.
LB: Que uno es artista, y que uno tiene que dedicarse es a las tablas, y que uno no tiene nada que ver con la administración, porque uno no sabe hacer eso…
MRC: Pero, ¿cómo se atreven a decir eso? ¡Si están aquí hace 30 años!
LB: Para el Magdalena Pacífica, Pilar escribió el proyecto, y pasó varios meses revisándolo, y haciendo el presupuesto, y después llegan las "administradoras" y ya el proyecto era de ellas. Y no la nombraban ni como directiva, ni como nada, no aparecía Pilar por ningún lado. Y preocupadísimas de vender, y nosotras diciendo que nosotras no queríamos un negocio con las empresas de las que uno está en contra, empresas de vender el cuerpo, de exhibir y utilizar el cuerpo femenino para vender.
PR: Ellas querían "comercializar"… querían que esto se financiara con las empresas privadas que hacen los brassieres, las toallas higiénicas, los condones… Entonces eso también nos sublevó, porque nosotras no somos un grupo cultural femenino, somos un grupo de teatro. "¡Ustedes no se dejan ayudar!", decían. Nada que ver con nosotras…Nada que ver con el feminismo…
(entra Susana)
PR: Luego de que ellas se fueron, entraron dos administradoras más…
MRC: ¡¿Otras más?!
PR: Sí, pero éstas eran unas artistas muy amigas, muy solladas, muy chéveres —ellas hacían lo de los jueves de Arte y Mojito, por ejemplo— pero pensaban que iba a ser muy fácil conseguir plata para el Magdalena Project, y cuando vieron que no era cierto, quisieron que de los 30 millones de pesos que conseguimos, hiciéramos el festival con setenta personas nomás, que no nos complicáramos, que nada de Eventos Especiales…
LB: Entonces nosotras otra vez que no, y pues ellas sacaron la mano…
MRC: ¡Pero esto sí está de telenovela!
PR: Sí, nosotras decimos que deberíamos escribir una obra!... (Risas)
LB: …y se fueron como en mayo de este año, y ahí seguimos nosotras.
MRC: ¿Y luego de eso?
Susana Uribe: Como hace un año empezamos a trabajar Casa Matriz.
LB: Se nos acercó Diego Vélez después de una función de A flor de piel. Trajo la propuesta y la leímos con Susana y nos gustó mucho el texto y decidimos dar el sí, pero sabiendo que yo iba a tener muchas dificultades porque estaba buscando con Pilar los recursos para el Magdalena, que teníamos que ir a Bogotá. Y yo estaba metida en otro proyecto de salas concertadas, y yo no quería meterme más, yo tenía demasiadas cosas, no me alcanzaba ni aprenderme la letra y llegaba a ensayo en blanco.
MRC: ¿Tuvieron ustedes mucho que ver con la creación de la puesta en escena de Casa Matriz?
LB: Sí. La creación colectiva es un método de trabajo que aprendimos desde que empezamos a adquirir los conocimientos de teatro al lado de la Corporación Colombiana de Teatro, del TEC, que así sea un texto ya escrito, hay una manera de abordarlo. Siempre está el recurso de la improvisación, que puede ser por analogía, o sea, hay una situación que plantea el texto y uno plantea otro conflicto análogo. Ahí entra el juego y la posibilidad de desprenderse un momento del texto para investigar otra escena; se juega y sale la propuesta escénica, el personaje, y otros elementos que después uno toma. El trabajo de improvisación es un trabajo de acercamiento al texto. Cuando improvisas luego con el mismo texto, ya tienes una situación de base ya planteada.
SU: También acercamos la obra a nuestro contexto colombiano, pero sin cambiarle mucho las palabras. Muy poco cambiamos.
LB: Quisimos respetar el texto.
MRC: Susana, ¿tú trabajaste en la retrospectiva?
LB: No, Susana no estuvo en la retrospectiva porque el trabajo de la universidad [en la escuela de teatro de la Universidad del Valle] le absorbía todo el tiempo, y además no le daban permiso de trabajar con La Máscara. Cuando ella entró en la Universidad, ella trabajaba en dos o tres montajes de La Máscara, y le preguntaron, "¿Y usted qué va a hacer con La Máscara?" A la primera clase que faltó porque tenía una función de Luna Menguante le calificaron cero, no le dieron nota. Entonces no se le reconoce. Y eran los mismos compañeros que habían sido parte de La Máscara y de teatro, que ya eran profesores universitarios. Le hicieron la vida imposible en cuanto al trabajo empírico de La Máscara. Entonces Susana se ve obligada a renunciar al trabajo de La Máscara y dedicarse de lleno a la universidad. En lugar de reconocer que ella traía una trayectoria de actriz, que ya era una actriz formada, y que ya traía un bagaje—en lugar de valérselo, y ponerlo de pronto como ejemplo--
SU: --era un pecado. Era lo peor.
MRC: ¿Y cuándo volviste a La Mascara?
SU: Para Casa Matriz, cuando ya terminaba materias, cuando estaba pensando en la tesis. De hecho no quería hacer montajes en esa época, para dedicarme sólo a la tesis, pero leí ese texto y me gustó mucho. Y trabajarlo con mi mamá solamente, bacanísimo, y de una, acepté.
MRC: ¿Era la primera vez que hacían una obra madre e hija solas?
SU: Sí. Y fue muy chévere. Y con Diego, pues él nos daba mucha seguridad en el trabajo actoral porque nosotras hacíamos propuestas y él las aceptaba y seguía puliéndolas. Casi todas las propuestas que hicimos al principio es lo que quedó en el producto final.
PR: La obra casi se dirigió sola. Dos actrices excelentes, y con un bagaje fuertísimo con creación colectiva…
MRC: Susana, ¿planeas ahora quedarte en La Máscara?
SU: Yo quiero como crecer un poco más, poder viajar, estudiar dirección escénica, abrir otros caminos primero.
LB: Explorar su destino.
PR: Y nosotras sabemos que ella lo logra, porque es una actriz que no tiene comparación. (Risas)
SU: Me gusta mucho trabajar también esa otra parte, de trabajar en video, es otro tipo de trabajo.
MRC: ¿Ha cambiado el público de La Máscara en los últimos años?
PR: No se puede homogeneizar. Aquí vienen señoras, jóvenes, estudiantes, también la gente de las empresas, profesionales. Ya hay una gente que busca La Máscara. Cuando no hay función suena el teléfono viernes y sábado, "¿Hay función? ¿Hay función?"
LB: Ya se ha ido formando un público. El espacio ya nos ha ido dando una presencia, una identidad. Antes no teníamos sede y rodábamos mucho por distintas partes, y no había esa posibilidad de que lo ubicaran a uno siempre en el mismo sitio. Además se ha abierto mucho el espacio para otros artistas, y esos artistas que se presentan, de música, de danza, de teatro infantil, traen también a su vez otro público. Y entonces la gente viene y dice "Ay, esto tan lindo, Uno lo ve desde afuera y no se imagina lo que hay adentro" porque como afuera es una fachada común y corriente de las casas. Empiezan a darse cuenta que éste es un espacio para el arte.
SU: Con Casa Matriz se han hecho temporadas largas. Aquí en Cali es muy difícil hacer temporadas largas--los grupos hacen dos fines de semana y ya.
MRC: ¿Qué es una temporada larga?
SU: Dos meses, dos meses y medio con la obra en cartelera. Con Casa Matriz, el estreno fue temporada larga, y luego en junio hicimos otra.
MRC: Las felicito. Es bueno ver que están celebrando sus 30 años y que están tan activas... Espero regresar en varios años y retomar nuevamente esta conversación...
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